Arlanzón reparará sus piscinas otra vez para evitar fugas

B.A. / Burgos
-

Ha sacado a licitación la obra por casi 100.000 euros en las instalaciones, inauguradas en 2018. En algunos aspectos no cumplen la normativa, lo que se pretende solventar también

Bañistas en las piscinas de Arlanzón durante la temporada de verano de 2022. - Foto: Patricia

En solo dos meses, julio y agosto del año pasado, una deficiencia en la ejecución del rebosadero de las piscinas de Arlanzón, inauguradas en el año 2018, provocó la fuga de 4 millones de litros de agua, además del gasto a mayores en electricidad, ya que las válvulas estaban continuamente funcionando e inyectando cloro para poder mantener los niveles adecuados. Para solventar este problema, y otros defectos de base en su construcción y que hacen que la instalación no cumpla la normativa, el Ayuntamiento de la localidad ha sacado a licitación una obra de reparación integral por un importe total de 99.696 euros. 

Para Marta Santamaría, alcaldesa de Arlanzón, la cantidad de agua perdida «es un escándalo», igual que el coste a mayores en electricidad y de producto desinfectante, ya que se «estaba gastando continuamente». Esta salida y entrada de agua ininterrumpida provocaba también que siempre estuviera fría, ya que al no permanecer en el vaso era imposible que se pudiera llegar a calentar, situación que se daba en los dos vasos, el de adultos y el infantil. 

Cuando la actual corporación llegó al Ayuntamiento ya estaba prevista la apertura de las piscinas por el anterior equipo municipal. «Al acabar la temporada hicimos un informe para valorar su situación. Fue cuando detectamos estos problemas y decidimos tratar de ponerles solución. El agua es un bien escaso y no nos podemos permitir malgastarla de esta forma», explica la alcaldesa, que asegura que se puede estar o no de acuerdo en esta reparación, pero que se trata de un bien patrimonial, «que ya que se tiene hay que cuidar y mantener». Además, desde el consistorio calcularon el gasto el año pasado en dos meses de verano, de 25.000 euros, «de ahí también la ejecución de la obra, porque tenemos que reducir ese gasto». 

Ya en el año 2022, para poder reabrir estas piscinas que estuvieron cerradas en el 2020 y 2021, el anterior Ayuntamiento realizó una serie de mejoras, que consistieron en la reparación de la zona de playa, ya que muchas baldosas estaban levantadas, y también en la sustitución de las escaleras de acceso y salida, ya que no cumplían las normas reglamentarias NIDE, que exige el Consejo Superior de Deportes para este tipo de instalaciones. Por entonces, se gastó en unas instalaciones nuevas más de 30.000 euros. 

La razón principal de esa preocupante pérdida de agua, como se describe en el proyecto a ejecutar, se debe al diseño del rebosadero perimetral, mal resuelto, lo que conlleva un problema de estanqueidad en la parte superior, a través de las juntas entre las piezas prefabricadas del rebosadero y los muros de hormigón del vaso de las piscinas, así como el mal diseño del propio rebosadero sin la pendiente transversal del 1% exigida por las normas NIDE.

El objetivo del proyecto es realizar las obras pertinentes para modificar el diseño del rebosadero y adaptarlo a la normativa, a la vez que solventar el actual problema de fugas tanto en la piscina de adultos como en la piscina infantil. Para ello, la solución proyectada se basa en el picado y reconstrucción del borde de las piscinas con la reparación y sustitución completa del rebosadero, de tal forma que la pieza que forme el borde sea continua de hormigón proyectado armado con sus debidas juntas y con la pendiente exigida por el máximo órgano deportivo, así como su posterior impermeabilización considerando la existencia de una junta de movimiento perimetral al vaso.

A tiempo para el verano. Las empresas interesadas en ejecutar la obra tienen de límite hasta el 16 de mayo para presentar sus ofertas. Después, disponen de un plazo máximo de dos meses para ejecutarlas. La alcaldesa de Arlanzón confía en que finalicen un poco antes y poder abrir las instalaciones entre finales de junio y principios de julio. «No sabemos una fecha exacta, el año pasado se abrieron el 29 de junio. Ahora lo importante es que la obra quede bien hecha y resuelta para que no nos dé más problemas», matiza.