El comité especial de cata creado para analizar la última añada de la DO Ribera del Duero ha calificado los vinos de 2023 como 'muy buenos', la segunda mejor nota, un peldaño por debajo de la excelencia. Entre las caracteristicas que le han valido esta nota al resultado de la última vendimia, destaca su marcada personalidad, el potencial de los tintos para ser vinos de guarda y la gran intensidad de los rosados.
Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador, que refrendó en una sesión plenaria esta calificación, puso en valor la "complejidad climática" del año pasado y la labor que se hizo en el campo para "lograr el equilibrio" de los parámetros de la uva, que alcanzó una "calidad óptima" para poder obtener en las bodegas unos vinos muy distintos entre sí, ofreciendo una amplia variedad de personalidades vitivinícolas en el resultado final.