A estas alturas y después de tanto baile de fechas, el Ayuntamiento anda con pies de plomo para definir el calendario de actuación relacionado con el traslado del Mercado Norte y la posterior demolición de la vetusta estructura. Sin embargo, el equipo de Gobierno siente que está en disposición de desatascar ambas actuaciones y fija el 1 de septiembre para iniciar el derribo del complejo inaugurado en 1967.
El Ejecutivo ha marcado los hitos para culminar sus planes a lo largo del último trimestre y comienzos de 2025. Para ello, asume la importancia de avanzar con destreza entre los estrechos márgenes de maniobra por varias cuestiones. Una de las más acuciantes es la seguridad, ya que en Urbanismo quieren evitar que el viejo edificio permanezca en pie mucho tiempo después del fin de su actividad para descartar el riesgo de saqueos y gamberradas que puedan derivar en accidentes.
Son varios y conocidos los casos de dotaciones repartidas por la ciudad que están cerradas o abandonadas y que sufren este tipo de situaciones no deseadas, como es el edificio del Peña Amaya. Por ello, la administración local no está dispuesta a que el Mercado Norte se sume a este particular listado y quiere acelerar el paso.
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