La media del precio de alquiler de viviendas en los pueblos de la Ribera supone 150 euros más que la que encontramos en Aranda. Según los datos extraídos de diferentes portales online como Fotocasa o Idealista, rentar una casa en la zona rural estaría en torno a los 750 euros mientras que hacerlo en la capital se mantendría en unos 600. Además, la oferta en esta última está muy por encima, prácticamente el triple, algo que incrementa la dificultad de mantener los habitantes en la comarca.
«Tenemos que tener en cuenta que la oferta en Aranda se centra en pisos y estudios mientras que en los pueblos normalmente se están rentando casas más grandes», explica Rubén Madrigal, gerente de Hunter Properties. La mayor parte de las viviendas ofertadas en la zona rural cuentan con entre 2 y 3 habitaciones, mientras que en la capital se anuncian un 40% de apartamentos de solo un dormitorio. «No es lógico que suponga más caro vivir en un municipio pequeño, salvo que tengas un inmueble más grande o con mucho terreno», añade Madrigal, quien explica que la mayor parte de los contratos que se firman en pueblos los copan los temporeros que buscan contar con muchos metros cuadrados.
En total, en internet se pueden encontrar siete viviendas en pueblos como Fuentelisendo, Hontoria de Valdearados, San Juan del Monte o Gumiel de Izán, con precios comprendidos entre los 550 y los 1.000 euros, algunas de ellas ofertadas también como casas rurales y solo en un caso, con más de tres dormitorios.
«En los pueblos hay demanda de vivienda, pero no hay oferta. Muchas personas son muy reticentes a la hora de alquilar sus casas, si ya cuesta en una población grande, mucho más en una pequeña», aclara Fernando Rioja, alcalde de Peñaranda de Duero. Precisamente este municipio se encuentran en la tesitura de necesitar incrementar su parque inmobiliario para dar cabida a los nuevos trabajadores que formarán parte de la plantilla del hotel que está en construcción. «Tenemos dos problemas principales, la vivienda y el transporte, y esto afecta tanto para trabajadores de las residencias como para los que tendrán que venir en el futuro», manifiesta Rioja.
En este sentido, la Directora General de Vivienda ha anunciado esta semana que se está trabajando para conseguir aumentar la oferta de casas de carácter social en Peñaranda, para solventar la necesidad con la que se encuentra el municipio. Sin embargo, este problema se extiende a todo el territorio de la comarca. «Hay empresas que han tenido que habilitar espacios propios para poder dar un sitio donde vivir a sus empleados», cuenta Fernando Rioja.
Rubén Madrigal, por su parte, explica que en su caso ha tenido que gestionar en Aranda los alquileres de viviendas para grandes empresas implantadas en pueblos. «Hemos buscado casas aquí para personas que trabajan en municipios como Boceguillas (Segovia), que está a media hora de camino», argumenta Madrigal. Aun así, el agente inmobiliario asegura que la oferta de renta de apartamentos no cubre las necesidades de la zona.