Otro parque eólico «amenaza» el turismo del Valle de Sedano

P.C.P. / Burgos
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La Plataforma en Defensa de las Merindades y varios particulares alegan contra una instalación que a su juicio destruiría yacimientos arqueológicos y dañaría a la avifauna

Parte del equipo de Territorio Megalítico protege un dolmen en Sargentes de la Lora. - Foto: Patricia

La Plataforma en Defensa de las Merindades alza la voz frente al un nuevo parque eólico con 14 aerogeneradores que supondría, a su juicio, una afección irreparable para el turismo del Valle de Sedano y el proyecto sociocultural Territorio Megalítico, con la destrucción del contexto que permite interpretar y entender estos dólmenes, túmulos y menhires y, probablemente, de yacimientos arqueológicos aún por descubrir, pues en esta zona «aparecen restos cada dos pasos», explican los promotores de esta oposición.

El Grupo Villar Mir, a través de la sociedad Mowe Energía IX, promueve el parque eólico Mazo en los términos municipales de Merindad de Río Ubierna, Valle de Sedano y Los Altos, con una infraestructura de evacuación que afectaría también a la Merindad de Valdivielso. Los 14 molinos se ubicarían entre las localidades de Quintanaloma y Villalta, cerca de la CL-629, y producirían 62 MW. Una subestación se ubicaría en el Valle de Sedano y desde ahí una línea eléctrica, en parte aérea, en parte soterrada, conectaría con otra, Colectora Las Mazorras, y de ahí se llevaría a la tercera, propiedad de Red Eléctrica Española y que ya está en servicio para otros parques del entorno, por lo que no requeriría este último tramo de nuevos tendidos ni instalaciones. 

El informe arqueológico previo a la declaración de impacto ambiental reseña que en una banda de 100 metros alrededor del área de actuación del proyecto no hay documentado ningún yacimiento que pueda verse afectado por el proyecto, pero sí en un radio de 2 kilómetros, con hasta 7 elementos catalogados.

La Plataforma considera que no se pueden tener en cuenta estos bienes arqueológicos de manera individualizada, sino que se debe entender esta comarca como un todo, tal y como ha sido concebido el proyecto Territorio Megalítico. Si se destruye el contexto y el entorno natural en el que se construyeron estos dólmenes y menhires se altera la visión de la historia y el patrimonio.

También existe un turismo asociado al megalitismo, que busca momentos y ambientes especiales, como por ejemplo el del solsticio de invierno. «En silencio, con respeto, en un sitio privilegiado», Acudir de madrugada a un páramo para encontrarse con el ruido que generan unos molinos de viento, junto a las luces que por seguridad incorporan estas instalaciones, espanta al mayor aficionado. 

A menos de dos kilómetros de distancia de donde se ha proyectado Mazo, funcionan ya otros parques eólicos, Páramo de Poza I-II y El Cerro y El Cerro Ampliación. Desde la Plataforma en Defensa de las Merindades aseguran que en la construcción de estas últimas instalaciones se destruyeron ya otros puntos arqueológicos de interés.

Las alegaciones de este colectivo también reseñan otros aspectos además de los daños al patrimonio, como la afección al medio ambiente y a la avifauna, «en especial al aguilucho cenizo y al sisón, en grave peligro de extinción», el impacto sobre las aguas subterráneas o la vulnerabilidad de los bosques de la comarca frente a los incendios.

La solicitud de Declaración de Impacto Ambiental y de autorización administrativa previa y de construcción se encuentra expuesta a información pública y en periodo de alegaciones hasta este mismo domingo, 12 de noviembre. Además de en los registros de las administraciones públicas físicos y electrónicos, se pueden encontrar y entregar en Radio Valdivielso (Quintana de Valdivielso), en la Quesería El Carluque (Valdenoceda), en el Bar el Tipi (Puente Arenas) y en Alimenta Merindades (Medina de Pomar). El documento se puede descargar en este enlace.