El HUBU acaba de iniciar la contratación de siete cirugías de reasignación genital: cuatro vaginoplastias, para completar la transición de hombre a mujer, y tres faloplastias, de mujer a hombre. Se trata de intervenciones incluidas en la cartera de servicios de la sanidad pública, pero el hospital burgalés no las hace con medios propios y periódicamente deriva a la privada a los pacientes que están en lista de espera para ello; en esta licitación son más que en las anteriores, siete, por lo que se duplica el presupuesto para esta prestación: de 75.000 a 160.000 euros.
En el pliego que rige esta adjudicación, disponible en la Plataforma de Contratación del Sector Público, se especifica que la cifra de reasignaciones genitales que se derivará a la privada puede ser «orientativo», dado que depende del número de pacientes en lista de espera, dado que estas cirugías debe indicarlas, en todos los casos, un facultativo del HUBU. Sin embargo, lo habitual hasta ahora era que se contrataran tres o cuatro reasignaciones genitales y, casi siempre, para completar la transición de hombre a mujer. Es decir, el HUBU solía derivar las vaginoplastias.
La reasignación genital es siempre un proceso muy largo, que conlleva varias cirugías. El hospital burgalés suele asumir con medios propios la parte inicial, colocando prótesis mamarias o extirpando los pechos (mastectomía), si lo que se quiere es transicionar de mujer a hombre. En este último caso, de hecho, el HUBU tiene capacidad para asumir casi todo el proceso, dado que Urología sí coloca prótesis de pene, pero ahora se ha decidido contratar con la sanidad privada los dos tipos de procedimientos por razones que en el pliego no se especifican, aunque pueden tener que ver con el déficit de urólogos.
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