Pasa en cuestión de segundos. Es una experiencia única y dura lo que tarda uno en entrar en el Museo Inocencio Bocanegra de Belorado. Allí desaparece la realidad tal y cómo la concebimos para obligarnos a entrar en su juego. En cuestión de metros cuadrados están representados grandes momentos de la historia. Hechos que dejaron huella. Y en cierto modo, participar en estas Jornadas Multiépoca es mirar hacia atrás para saber cómo ver el presente, porque el lado oscuro del pasado necesita ser contado para no volver a repetirse.
Ésta es una de las grandes funciones que se han pretendido llevar a cabo este año con estas visitas guiadas. Es la primera ocasión que se materializan y tratan de conservar la esencia y la fecha de Expohistórica, representación que toma por completo las calles de este municipio burgalés. En la desarrollada durante este pasado fin de semana han participado entre 30 y 40 recreadores, poniendo en marcha la máquina del tiempo para mostrarnos escenas de las dos guerras mundiales, o de otros conflictos bélicos como el de Vietnam.
«Las Jornadas Multiépoca son una oportunidad única de poder vivir la historia de otra manera», comentaba Conchi García, técnico de Turismo del Ayuntamiento de Belorado, que es la entidad que lo ha organizado. «Los participantes son auténticos historiadores y junto con el museo, que cuenta con espacios dedicados a estas temáticas, permiten que la representación cobre vida», repasaba una García que a su vez se mostraba optimista con el ambiente que generan estas actividades en el pueblo. «Siempre viene bien que se hagan cosas de este estilo», resaltaba.
El helicóptero en la zona de la Guerra de Vietnam fue de los grandes reclamos. - Foto: Iván LópezEl sábado también se abrió una oportunidad a rescatar del hielo temporal una secuencia del Titanic con música en directo. Contar con los rincones del museo es todo un privilegio para los visitantes. Toda la maquinaria de radiocomunicación sirve de contexto. También el tanque original M60, que se encuadra dentro del ambiente de la Guerra Fría, o el helicóptero que da pie a desenterrar del amasijo de años un búnker de Vietnam. En las trincheras de la I Guerra Mundial se ven soldados escoceses corriendo a refugiarse y los visitantes escuchan sonidos que les meten por completo en esta especie de película personalizada.
Fernando Merino es uno de los encargados de coordinar a todos los actores que vienen desde diferentes puntos de España a participar en este evento. «Nos gusta explicar el porqué de las guerras y el contexto, pero sobre todo lo que hacemos es enseñar lo que ellos utilizaban, desde armas a útiles personales», relataba. El público que acudía lo hacía tanto en visitas guiadas de hasta 28 personas como por libre y con los niños siendo protagonistas. «Los más pequeños son los que procuramos que más se diviertan. Tratamos de hacer de esto un espectáculo familiar y que sea didáctico para ellos», concluía.
Sin duda quienes se hayan acercado este fin de semana a Belorado habrán podido contemplar la historia con sus propios ojos, siendo partícipes de hechos que hasta la fecha, únicamente habían podido ver por la televisión. Con estas jornadas han conseguido llegar hasta el corazón del tiempo y, gracias al Museo Inocencio Bocanegra y todo lo que se ha generado a su alrededor, han podido comprobar que el pasado siempre tiene algo que contar.