Los empresarios burgaleses no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad de que la provincia entre a formar parte de los planes incipientes para el desarrollo y transporte del hidrógeno verde por todo el territorio nacional.

Dentro del enorme abanico de energías que deberán poner fin al consumo de combustibles fósiles, la de este gas -con origen cien por cien renovable- es una de las que más está sonando. A pesar de que en los primeros esbozos el territorio burgalés no tiene relevancia, la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CyL) elabora desde hace semanas un documento de trabajo que presentará a la manifestación de interés que Enagás tiene previsto abrir antes de que concluya este 2023.

El consejero delegado del operador gasista, Arturo Gonzalo, confirmó a principios de este año que redactarán un nuevo estudio de capacidades del mapa español. Con estos datos encima de la mesa y todos los que lleguen a través de las propuestas particulares se redefinirá la red de gas, momento que tiene que aprovechar la provincia para tratar de sumarse a los futuros hidroductos. Desde H2CyL se afanan en terminar su proyecto, que será una realidad antes de que termine el ejercicio. Posteriormente tendrá que ser evaluado y cotejado por Enagás.

La asociación regional pondrá sobre la mesa el importante avance que supondría para todo el país, y especialmente para las provincias de Valladolid y de Burgos -sobre todo esta última- la conexión de los hidroductos del Eje de la Plata con el del Valle del Ebro. «Es un trabajo que ya teníamos y que nos servirá de base», explica Javier Robador, gerente de la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno. Uno de los principales atractivos que 'venderán' a Enagás a la hora de requerir que la red no deje aislada a la provincia es el enorme consumo de gas natural que registra año a año.

Tomando como referencia los datos que recoge la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en 2021 el gasto industrial alcanzó los 5.436 gigavatios, por encima de regiones como la Comunidad de Madrid o el Principado de Asturias. Es más, en estos momentos hay en marcha numerosos proyectos de generación y consumo de hidrógeno verde por parte de varias compañías: Ibereólica en Lerma, Sener en los polígonos de Villalonquéjar y Burgos Este o Ansasol en Pinilla Trasmonte.

El trabajo que está desplegando H2CyL consiste ahora en conocer al detalle qué cantidad de energía requieren cada una de los municipios de la provincia (principalmente Aranda, Burgos y Miranda) según la demanda de sus industrias. «En función de eso se definirá por dónde irán los hidroductos», indica Robador. A este documento habrá que añadir además los proyectos anteriormente citados para que sean parte fundamental -e indispensable- de la candidatura burgalesa. «Lo complejo va a ser agregar todos los planes que van surgiendo poco a poco», explica.

Apoyo regional. Desde la Junta de Castilla y León se han hecho eco en las últimas semanas de la causa que defienden los empresarios burgaleses, mostrando el respaldo al proyecto que presentarán a la manifestación de interés. El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, apostó el plan de que un hidroducto conecte Tordesillas (Valladolid) con la localidad riojana de Haro a través de la provincia de Burgos. A través de esta conexión troncal de más de 200 kilómetros, que cosería el centro con el noroeste de Castilla y León, se abastecerían grandes ejes de consumo que ahora se han quedado fuera. Coincidiría con las actuales redes de gas natural, lo que a buen seguro reduciría plazos de tramitación y afecciones a terceros.

La propuesta fue dada a conocer por una delegación burgalesa en abril a Enagás, que se mostró optimista ante la demanda. Tras los comicios del 23 de julio las conversaciones volverán a intensificarse entre ambas partes.