Medio centenar de pueblos siguen sin rendir cuentas del 2022

L.M. / Burgos
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Aunque el grueso de municipios burgaleses -Diputación incluida- sí que ha cumplido con su obligación legal de fiscalización, hay algunos que se resisten a remitir la gestión económico-financiera

Medio centenar de pueblos burgaleses siguen sin rendir sus cuentas del 2022. - Foto: Christian Castrillo

La Ley Reguladora de las Haciendas Locales lo deja muy claro: los responsables de las entidades locales, como gestores de fondos públicos, tienen la obligación de informar sobre la actividad económico-financiera que han realizado durante un año. A pesar de que no hay resquicio alguno que salve a los ayuntamientos de cumplir con su compromiso con los órganos de control -Tribunal de Cuentas y los externos de cada comunidad-, todavía hay medio centenar que sigue sin informar sobre su gestión económico-financiera del 2022.

Esta comunicación debería haber sido realidad antes del pasado 31 de octubre de 2023. A las puertas de cumplir doce meses de este plazo, todavía medio centenar se resisten a dar a conocer cómo gestionaron sus fondos públicos hace dos años. Algunos, como en el caso de Villanueva de Argaño o Revilla del Campo, han enviado la notificación al organismo regional a principios de este mes. Además, otros 82 ayuntamientos entregaron la información aunque fuera del plazo preestablecido, mientras que 234 lo hicieron en tiempo y forma correctos.

Los más rápidos fueron Fresneña y Barbadillo del Mercado, que remitieron sus cuentas con tres meses de antelación, mientras que hasta 25 esperaron hasta el último día hábil. El caso más flagrante entre todos los datos que figuran en la página web del Consejo de Cuentas es el de Ciadoncha. Esta localidad de menos de 80 vecinos empadronados en la comarca del Arlanza lleva sin comunicar al organismo su gestión económico-financiera al menos desde 2010. Su consistorio lleva la friolera de 12 años seguidos sin rendir cuentas, todo un récord dentro de la provincia. Le siguen Presencio, que a pesar de cumplir con la de 2022, 2016, 2015 y 2012, lleva nueve fallos en los últimos catorce ejercicios fiscales. Con ocho se sitúan Castildelgado, Neila, Quintanilla del Coco o Santibáñez del Val. El Consejo de Cuentas de Castilla y León realiza en la actualidad una fiscalización sobre la situación de los municipios más incumplidores en la rendición de cuentas.

De mal en peor. A falta de 15 días -hoy incluido- para que los ayuntamientos entreguen su rendición de cuentas correspondientes al 2023, el organismo de control externo de la Comunidad apenas tiene registradas 104. El centenar de entregas contrasta con los 371 municipios que conforman el territorio burgalés, amén de la propia Diputación o las 42 mancomunidades repartidas por la provincia. Siete de estas últimas ya han cumplido con su obligación legal.

Los más previsores fueron Busto de Bureba, Cardeñadijo, Frandovínez, Huerta de Arriba y Contreras, que lo hicieron entre el 5 y 7 de junio. Sordillos, Villamayor de Treviño, Villegas y Alfoz de Santa Gadea las entregaron la semana pasada. Las multas impuestas a alcaldes y secretarios por incumplir la obligación de rendir cuentas son prácticamente anecdóticas.