La ciudad cuenta con cerca de 46.000 árboles repartidos por los diferentes barrios, lo que supone un 0,26 por habitante. Su presencia es fundamental para mejorar la calidad de vida y mitigar la contaminación pero su gestión por parte del Ayuntamiento es compleja o costosa. Muchos están ubicados en zonas verdes pero otros adornan plazas, calles y espacios públicos o infraestructuras a los que deben adaptarse.
Esta adaptación no es fácil en algunas ocasiones, bien por el elevado porte de las especies o por los daños que causa el crecimiento de sus raíces hasta el punto de hacer intransitables los espacios para el peatón. El área de Vías Públicas ha elaborado un mapa con más de 80 puntos afectados por este problema al que hay que ponerle una solución. Están dispersos por la capital y de algunos ya ha dado cuenta este periódico como consecuencia de las quejas vecinales como el parque Buenavista (G-9) o la avenida Arlanzón, entre el puente Gasset y la autovía y también en el lateral del Coliseum, pero hay muchos.
Por ejemplo, en la zona de Cellophane el problema se centra en la calle Batalla de las Navas de Tolosa y en el paseo Laserna en su confluencia con Luis Rodríguez Arango mientras que en el centro las raíces de los árboles han levantado parte del parque Virgen del Manzano en su confluencia con Antonio Machado.
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