El relevo en el transporte está en peligro

D.P.L. / Burgos
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La solución que plantea la patronal de los transportistas junto al Ministerio de Defensa para cubrir vacantes con militares no convence a los profesionales burgaleses, que lo ven más como un «parche»

Los profesionales también destacan que el sector ha perdido el atractivo que tenía hace algo más de una década. - Foto: Luis López Araico

La falta de relevo generacional es una problemática que persigue a numerosos oficios y afecta a la renovación de los trabajadores. Los hábitos de los jóvenes van cambiando y hacen que, por ejemplo, el sector de los transportes se haya dejado de ver como una alternativa atractiva. Por eso y por la falta de chóferes la patronal del transporte, CNTC, está preparando un plan de empleo junto con el Ministerio de Defensa para que los reservistas y el personal de tropa y marinería que prestan servicios temporales puedan incorporarse a esta labor y paliar la ausencia de efectivos. Los profesionales de Burgos lo ven más como un «parche» y defienden que hacen falta más medidas porque están «con los mismos problemas que años atrás».

Desde la  Asociación Burgalesa de Transportistas Asebutra, su presidente, Eduardo Rilova, declara que lo de los militares «es una pequeña solución más. Si lo analizamos fríamente yo creo que pocos militares van a dejar su pensión para ponerse de chóferes», y pone el foco en una «solución más esctructural» que aporte al oficio una seguridad jurídica y económica que «actualmente no tiene».

La idea de que desde el ejército se pueda dar el salto hacia los volantes de camiones del sector privado viene dada, puesto que cada año en España hay 2.000 militares que se sacan el carnet profesional y es precisamente la obtención de este permiso una de las principales barreras que encuentran las personas que pretenden dedicarse a este oficio, dado que requiere de una importante inversión económica.

Donde más vacantes hay, según Rilova, es en las rutas más largas, donde el chófer se encuentra con la dificultad de la conciliación familiar. «Ellos ven que estos desplazamientos están poco remunerados». El mismo presidente de Asebutra declara que la falta de profesionales se está solventando con «el bolsillo de los propios empresarios» y añade que el de transportista es un trabajo «duro en el que cada vez hay más trabas administrativas y la cantidad de registros son más dificultosos».

Cada vez cuesta más cubrir el servicio para las rutas internacionales

 

José Ignacio lleva 17 años ejerciendo como camionero y sabe de primera mano cómo es esa dureza. «Yo lo cogí con muchas ganas, pero casi estoy deseando dejarlo porque supone un gran sacrificio muchas veces sin beneficio». A él en concreto siempre le ha gustado la carretera y en su caso es más bien vocacional, pero a su vez es consciente de que «la gente no se mete casi ni por necesidad porque no está ni agradecido ni pagado». Al echar la vista hacia atrás recala en que hace 15 años se ganaba dinero en las rutas internacionales. «Te compensaba estar un mes fuera de casa, pero es que ahora mismo tampoco es que se pague especialmente bien». Aquellos años a los que se refiere José Ignacio eran en los que «casi había poca oferta para la gente que éramos y ahora es al revés porque no es atractivo».

Los militares, según él, hace algo más de una década también decidieron cambiar al sector de los transportes dado que ya tenían el permiso en muchos casos. Ahora, sin embargo, la solución que está buscando la patronal del transporte junto al Ministerio de Defensa le parece más bien «una solución a corto plazo».

Rutas largas. Para que los chóferes puedan  estar más cerca de sus familiares y descansar en casa, hay empresas que ofrecen a sus transportistas la posibilidad de hacer la mitad de la ruta. Es el caso de Olbutrans. «Nosotros, en la ruta de Burgos a Cataluña, cogimos dos conductores en Cataluña y otros dos en Burgos y eso nos permite que ambos puedan dormir en sus casas. Actualmente no tenemos conductores en rutas largas que puedan dormir por ahí», manifiesta Santiago, su gerente.

El mismo Santiago, a su vez, es consciente de que la situación «es complicada» y ve cómo a las nuevas generaciones «no les atrae» este sector. Un problema que se tendrá que abordar para dar un relevo a los transportistas.