Las muestras de solidaridad con las víctimas de las inundaciones de Valencia no cesan. Ahora es la Asociación Familias con Ucrania la que se ha puesto manos a la obra con una iniciativa que consiste en la recogida, transporte y entrega de bicicletas a las personas que residen en los municipios más afectados por la DANA con el fin de poder facilitar sus desplazamientos básico al haber perdido los medios de transporte de los que disponían.
La acción solidaria surgió a raíz de que uno de los miembros de esta agrupación se pusiera en contacto con personal funcionario de la Administración General del Estado en el puerto de Valencia. A partir de ahí y estudiando las distintas posibilidades de ayuda que se podían ofrecer desde Burgos, llegó la idea de las bicicletas, cuya utilidad para los destinatarios ya se ha corroborado. Por el momento, se han donado más de 40 que van camino de su lugar de destino.
Este se ha establecido en un punto de distribución en la localidad de Paiporta, según informa la asociación, que precisa que su reparto se llevará a cabo bajo la coordinación de voluntarios residentes en la zona, quienes comprobarán que sus futuros usuarios se encuentran entre los afectados por las inundaciones y requieren de este tipo de ayuda. De forma paralela, la entidad social ha presentado una solicitud al Ayuntamiento para pedir que se entregue «un número significativo» de bicicletas que estén en desuso y abandonadas con el objetivo de proceder de la misma manera que con las que ya se han recogido hasta el momento. «Se ha mostrado muy favorable a esta iniciativa», manifiesta.
Tras este primer viaje, los planes de Familias con Ucrania pasan por llevar a cabo un segundo desplazamiento a principios de diciembre en el que se puedan incluir los vehículos cedidos por el Consistorio y las donaciones que continúan llegando a la agrupación, quien no duda en subrayar y agradecer el respaldo que ha tenido su idea tanto entre particulares como empresas u otras entidades.
La asociación se creó en Burgos tras la invasión rusa con el cometido de ayudar a familias ucranianas que se vieron obligadas a abandonar su país. Todos sus integrantes y, especialmente, los refugiados se han volcado con esta iniciativa desde el sentimiento de «agradecimiento por el apoyo y la acogida» que recibieron cuando llegaron a la capital burgalesa y tuvieron que comenzar una nueva vida.