Si en febrero de 2020, la Guardia Civil dejó ver sus reticencias a la idea del Ayuntamiento de levantar un recinto ferial en Las Tejeras (en los terrenos que hay tras la Casa Cuartel de la avenida de Cantabria), ahora ha dejado constancia por escrito de su rechazo en un documento remitido al Consistorio capitalino hace apenas 10 días en el que hace saber que «la postura institucional» que ellos defienden «es contraria a esta ubicación» y que ha provocado que el Ejecutivo local desista de esta idea.
Se recuerda en el escrito que «la Guardia Civil ha sido y es un objetivo principal de las organizaciones terroristas» y se relata que en un informe «requerido al Servicio de Desactivación de Explosivos de esta Comandancia» se afirma que «atendiendo a los antecedentes históricos y al estudio de tácticas, técnicas y procedimientos de las nuevas organizaciones terroristas, celebrar reuniones de un gran número de personas en espectáculos lúdicos junto a objetivos preferentes de estas organizaciones, ponen en más serio riesgo la integridad física del personal civil que de las propias instalaciones y personas de la administración».
Esta circunstancia, según se recoge en el escrito del jefe de la Comandancia de Burgos, «desaconseja aún más si cabe» la construcción de un recinto ferial en el que es de esperar una gran afluencia de público.
Se recuerda que en 2009 la Casa Cuartel de la avenida de Cantabria ya «fue objeto del mayor atentado terrorista en la historia de España con explosivos (se empleó casi una tonelada de Amonitol)» y se añade que el «nuevo terrorismo del siglo XXI, más internacionalizado, pone su empeño en las fuerzas militares y policiales como objetivos principales, añadiendo el plus de lo indiscriminado de sus acciones y su obsesión por hacer el mayor número de bajas posibles entre los objetivos prioritarios y los civiles desarmados».
Junto a los argumentos en materia de seguridad, la Guardia Civil también rechaza la construcción del recinto ferial desde el punto de vista de la «convivencia» e incluso deja constancia de que las familias que viven en la Casa Cuartel podrían movilizarse contra una instalación que «genera muchísimo ruido y ciertas molestias». A lo que se añade que «pudiera ocurrir que se haya valorado que situar esta dotación junto a un cuartel, no generaría rechazo o protestas, al ser nuestra institución fuertemente jerarquizada, disciplinada, obediente y sobre todo, leal. Pero nada más lejos de la realidad. Probablemente suceda lo contrario y el rechazo sea doble», advierten.