A pesar de que acudió a la llamada de la Policía Nacional y que también hizo acto de presencia en la fase de instrucción, Tiwari Nam Rath, el hombre nepalí que se quemó a lo bonzo en la avenida del Cid el año pasado, no acudió ayer a la cita con el banquillo, donde debía rendir cuentas por dichos hechos acusado de coacciones y amenazas graves a su expareja, la cual tampoco acudió a los juzgados. La vista oral tuvo que suspenderse y no se retomará hasta dentro de unos meses, tiempo en el que se tratará de encontrar al acusado en paradero desconocido.
El Ministerio Fiscal solicitaba un año de prisión por estos hechos, mientras que el abogado de su expareja elevó su solicitud a los cinco años al agravar la calificación de lo ocurrido el 8 de mayo de 2024. Tiwari Nam Rath viajó desde Francia, donde trabajaba como cocinero, hasta Burgos después de haber mantenido un contacto continuo con la víctima, con la que le une un hijo en común, y de advertir a sus familiares de que se iba a suicidar si no volvía con él.
Así pues, tras alojarse en un hotel de la plaza de Vega, cogió un taxi y le pidió al conductor que le dejara en una gasolinera. Acto seguido, se bajó en los surtidores que hay en la calle Sanz Pastor, a escasos 500 metros de la casa en la que residía su expareja, para hacerse con una bolsa de gasolina de seis litros.
Se dirigió al número 82 de la avenida del Cid y una vez allí hizo bajar a la mujer. Mantuvieron una discusión en plena calle hasta que, en un momento dado, sacó un cuchillo, se puso el líquido inflamable sobre la cabeza y rajó el envoltorio. Según la acusación particular, cuando estaba empapado trató de abrazarla, pero logró zafarse y escapar. Acto seguido, se prendió fuego a sí mismo con un mechero.
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