El sector independiente de las agencias de viajes, representado en la asociación burgalesa ABEAV, comenzó el año con un optimismo que no ha podido mantener en el tiempo y ahora se torna en preocupación debido a la paralización de las ventas desde la pasada Semana Santa, celebrada a finales de marzo. Abril ha cerrado lejos del comportamiento esperado, teniendo en cuenta que se trata de un «mes clave» para la actividad de estos negocios al concentrar, junto a mayo, la mayoría de las reservas vacacionales para el verano, con lo que los empresarios se encuentran a la «expectativa» de que lo que pueda ocurrir en las próximas semanas.
«Ha sido peor que febrero y marzo, y, por supuesto, que el ejercicio anterior», precisa la vicepresidenta de la Asociación Burgalesa de Empresarios de Agencia de Viajes, Gema Alonso, respecto a este cuarto periodo de 2024 que acaba de terminar y asegurando que se trata de una tendencia generalizada que están viviendo todos los negocios. Por ello, traslada la preocupación de sus responsables, que se muestran «a la expectativa» de cómo evolucionará el mercado durante este mes de mayo con la esperanza de que remonten las ventas, dado que se trata del momento en el que se recibe un mayor volumen de trabajo proveniente de un perfil de clientes que responde al de familias que eligen la playa como destino para su descanso estival.
Alonso admite que el interés por viajar de los burgaleses no decae, si bien subraya que los presupuestos que realizan no terminan luego de cerrarse. Y es en este punto donde atribuye a una nueva subida de los precios, de en torno al 20%, la paralización de la actividad. «El año pasado se salió mucho y ahora llega el momento de ahorrar porque las tarifas han vuelto a incrementarse, ya sean los billetes de avión o las de los hoteles», sostiene.
La representante de la agrupación empresarial hace referencia, además, a una práctica que repercute negativamente en las cuentas de estos negocios, como es que «algunos establecimientos hoteleros venden directamente a un huésped que conocen porque se alojó el año anterior fruto, precisamente, de un viaje que contrató con una agencia». «Se están lucrando de nuestros clientes», censura.
Reservas por internet. De igual forma, considera que ese incremento del coste de las vacaciones puede estar reforzado las reversas que se efectúan a través de internet de manera individual. En este punto, Alonso advierte, al igual que ya lo ha hecho la Policía Nacional recientemente, de esos alquileres que se contratan en páginas web no oficiales bajo la idea de que resulta más barato, pero «luego se encuentran con la sorpresa de que el alojamiento no existe o está en muy malas condiciones». Por ello, reivindica el trabajo de los negocios a los que representa «al contar con profesionales del sector que venden los productos con todas las garantías posibles a través de seguros que permiten avalarlas».
La situación de estancamiento se produce no solo en las reservas de destinos nacionales de costa, sino también en los recorridos internacional que comenzaron a recuperarse el pasado otoño después de tocar fondo tras la pandemia. Con todo, las previsiones para este verano no resultan optimistas para el colectivo de no revertirse esta tendencia, frente a lo que ocurría tan solo hace un par de meses, cuando «las estimaciones para este año pasaban por cerrar una campaña estival al menos igual o superior a la del año anterior, pero ahora, tal y como está evolucionando la actividad, serán peores».
En cualquier caso y respecto a las ventas que se van cerrando por el momento, las preferencias de los burgaleses se mantienen como en temporadas pasadas, con la playa como destino nacional estrella y localidades como Benidorm, Cádiz, Gandía y Peníscola entre las más demandadas, al igual que las Islas Baleares.