La multinacional Bridgestone está volviendo a encontrar dificultades en esta recta final de año para acompasar los pedidos previstos frente a la demanda de sus clientes. La dirección del fabricante de neumáticos ha comunicado a los representantes de la plantilla una más que probable caída de las ventas en noviembre y diciembre, que se sumaría al elevado inventario que mantienen en sus almacenes.
De este modo, y para evitar males mayores, abogan por parar la producción de todos los centros de trabajo, incluido el que tiene en el polígono Burgos Este. La medida, que se ejecutaría de manera escalonada por departamentos, se prolongaría entre el domingo 26 de noviembre y el lunes 4 de diciembre, ambos incluidos. Las cerca de 1.400 personas que trabajan en la fábrica burgalesa verán cómo se les aplica la denominada 'flexibilidad negativa'. Este concepto, que viene recogido en el convenio colectivo que CCOO y BUB sellaron con Bridgestone a mediados del año pasado, afectará también a los 2.700 empleados que suman junto a las plantas de Torrelavega y Basauri.
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