El concejal de Izquierda Unida, Raúl Salinero, exigió ayer al equipo de Gobierno que mejore las traseras de la calle Doña Constanza debido a su avanzado estado de deterioro y acusó al concejal de Fomento, Ángel Ibáñez, de intentar «cargar» a los vecinos estas obras.
Al parecer los residentes de este entorno, de titularidad privada pero de uso público, pidieron un presupuesto a la unión temporal de empresas que estaba ejecutando la reforma de Doña Constanza para adecentar la zona, que se cifró en 4.400 euros. Sin embargo, al solicitar la licencia de obra en el Ayuntamiento, los técnicos municipales detectaron una serie de deficiencias en el proyecto y lo echaron para atrás.
Además, desde la sección de Vías Públicas, Conservación y Mantenimiento recordaron que la calle está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) al discurrir por ella el Camino de Santiago y, por lo tanto, sujeta a restricciones y limitaciones de la normativa. Y, que independientemente de todo ello, el vigente Plan General de Ordenación Urbana establece que este espacio está contemplado como una actuación aislada de iniciativa pública, de modo que «la iniciativa privada esta fuera de lugar. «Estando prevista la expropiación no puede hacerse ninguna clase de obra que condujera a incrementar su valor, con el consiguiente gravamen y perjuicio para la ciudad», indican en el informe.
Salinero aseguró que se había producido una reunión entre los residentes y el concejal de Fomento para abordar este tema y en ella se ocultó que el PGOUpreveía expropiar la calle. «Se les ha engañado porque es privada y lo que debe hacer el Ayuntamiento es expropiarla y adecentarla porque así viene en el Plan General. El concejal Ángel Ibáñez omite lo que viene en el PGOU y encasqueta esta obra a los vecinos. Para ellos, 4.000 euros es una elevada cantidad de dinero y además si ejecutan la obra podrían reclamar daños y perjuicios por no tener que hacerla», explicó el concejal de IU.
Respuesta de Ibáñez
Por su parte, el concejal de Fomento negó que se hubiera producido reunión alguna con los vecinos de esta calle y aseguró que fueron ellos los que a título personal hablaron con representantes de la UTE que acometía la obra de Doña Constanza. «Esta calle se dejó fuera del ámbito del bulevar porque era de propiedad privada. El PGOUplantea una solución y obliga al Ayuntamiento a hacerse con el terreno y, por lo tanto, solo en ese momento se podría intervenir. Nuestra vocación es mejorar el entorno pero no hay plazos», concluyó.