Cirugía General del HUBU operó el año pasado a 3.065 personas, la tercera cifra más alta de todo Sacyl y solo por detrás de la registrada en los hospitales de León (3.781) y Salamanca (3.170), según datos oficiales de la Consejería de Sanidad. Sin embargo, la diferencia con este último complejo es de apenas un centenar de intervenciones, a pesar de lo dispar de las plantillas médicas en los dos servicios: 23 especialistas en Burgos frente a los 31 de Salamanca (y los 32 de León), lo cual indica que los cirujanos burgaleses hicieron casi lo mismo que sus colegas salmantinos con el 25% menos de plantilla. Y eso sin entrar en la casi escandalosa desigualdad en cuanto a la cifra de anestesistas, que es de 41 en Burgos (y no se alcanzan, porque hay déficit) frente a los 56 que recoge la plantilla orgánica en el centro charro.
De los cinco hospitales grandes de la Comunidad, el HUBU es el que menos nuevas plazas de licenciado especialista creó en el proceso de estabilización de empleo promovido por el Gobierno de España para reducir la temporalidad en el sector público y tratar de ponerla por debajo del 8%. Algo que sindicatos como CSI-F tildaron en su momento de «error histórico», porque al no generar nuevos puestos sobre el papel -en las plantillas orgánicas- hay más dificultades para atraer personal y estabilizar plantillas, que es el principal problema del complejo asistencial de Burgos en este momento.
En el caso de Cirugía General, la dirección del HUBU creó solo una nueva plaza, por lo que se pasó de 22 especialistas a los 23 actuales. Así, y siempre dentro del grupo de los cinco grandes, es el cuarto servicio menor dotado de la Comunidad, solo por delante del Clínico de Valladolid: León (32), Salamanca (31), el Río Hortega (25), HUBU (23) y Clínico (19).
De ahí que el balance del hospital burgalés sea tan llamativo y, en esta ocasión, para bien: ha operado casi tanto o más que otros mejor dotados, como sucede con Salamanca (3.170 cirugías practicadas) o el vallisoletano Río Hortega (2.468 operaciones en un año). Y, de esta manera, Cirugía General cerró el 2023 con el mayor incremento interanual de actividad en esta especialidad en toda la Comunidad: un 22%.
Con peonadas. En la información oficial facilitada en las Cortes, en respuesta a una pregunta del procurador abulense Pedro José Pascual, no se especifica cuales de estos servicios hicieron peonadas [un número determinado de operaciones en horario extraordinario, por la tarde, una vez terminada la jornada de mañana], con una retribución específica en la nómina, en concepto de productividad. Este procedimiento, en suspenso en Castilla y León entre 2012 y 2022, se ha mantenido en este servicio del HUBUde forma casi ininterrumpida hasta ahora y así se constata en los datos de actividad. Lo que no se le ha preguntado a la Consejería de Sanidad es cuánto dinero está invirtiendo en este concepto en cada hospital y, en el caso concreto del HUBU, cabría preguntarse si no es más rentable incrementar plantillas.
En cuanto a la mortalidad de pacientes, Cirugía General del HUBU cerró el 2023 con un 1,3% (42 personas), frente al 1,6% del 2022.