Nos encontramos ya al final de esta época navideña, y en la primera semana de este 2024, que esperemos esté repleto de avances en todos los sentidos.

Avances en infraestructuras, tan necesarias para nuestra comarca; avances en educación, servicios sociales, economía, transportes, sanidad… Se necesita avanzar, ya que el nuevo año nos da la oportunidad de poder cambiar y mejorar lo que vemos que no funciona o es insuficiente. Pero, sin duda, nos debe ayudar a ser más empáticos, solidarios, críticos, independientes, racionales, soñadores…

Era tal mi incultura al respecto, que me he sorprendido al descubrir que hoy 4 de enero se celebra desde 2019 el Día Mundial del Braille, en honor al nacimiento de Louis Braille (1809), pedagogo francés que diseñó un sistema de lectura y escritura para personas con discapacidad visual. Este sistema consta de 63 caracteres y es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos, para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos. 

A través de este reconocimiento mundial se pretende crear mayor conciencia sobre la importancia del Braille como medio de comunicación, para la plena realización de los derechos humanos para las personas ciegas y/o con discapacidad visual. Me pregunto si la sociedad está capacitada para poder aprender este sistema Braille. Realmente, o por lo menos en mi caso, no conozco cómo funciona, ni sé dónde puedo aprenderlo. ¿Como es posible que un sistema de comunicación, que se inventó hace más de 200 años, no se enseñe a la población? ¿Porqué ni el sistema Braille, ni el Lenguaje de Signos se enseñan en las Escuelas?

Quizás sea necesario, que se haga mayor hincapié en la enseñanza de estos dos medios de comunicación universales, ya que ninguno estamos libres de poder padecer una discapacidad auditiva o visual. Nueva tarea para este recién estrenado 2024.