El mayor administrador de fincas de España 'asalta' Burgos

G. ARCE / Burgos
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En apenas semanas, Inmho, compañía en la que participa la familia Aznar, ha adquirido firmas de referencia como Megafincas, Acove y Afimar y anuncia más compras «pronto». Ya gestiona 83.500 propiedades

Las carteras adquiridas por el nuevo operador nacional son estratégicas en el mercado inmobiliario local. - Foto: Luis López Araico

La gestión del día a día de las comunidades de vecinos -los contratos energéticos, los seguros comunes, las obras de rehabilitación, los certificados técnicos, los alquileres turísticos, la problemática okupa...- se ha convertido en un próspero negocio para las grandes firmas de administración de fincas. Solo así se entiende el desembarco relámpago de la más grande de España en Burgos, Inmho, compañía en la que participa la familia Aznar, entre otras, y que ha comprado en apenas unas semanas las carteras de algunas de las gestoras más importantes de la ciudad y la provincia en este ámbito.

A golpe de talonario han caído en una sola mano toda la clientela que atendían firmas locales de referencia como Megafincas Burgos, Acove, Afimar y Megafincas Aranda. En total, ha cambiado el titular de la gestión de 730 comunidades de propietarios y de cerca de 83.500 propiedades, entre viviendas, garajes, fincas, locales, etc., radicadas en Burgos. Son millones de euros que los propietarios abonan en sus facturas comunes y que cambian a manos de un solo gestor.

Inmho llegó a Burgos a finales del verano pasado. Su desembarco comenzó con la integración de Megafincas Burgos, la empresa del que fue presidente durante muchos años del Colegio de Administradores de Fincas Sabiniano Delgado y que, en el momento de su compra, sumaba a cerca de 300 comunidades de propietarios, 18.000 propiedades. Esta firma contaba con 20 trabajadores en plantilla.

Tras esta compra, la primera que Inmho ha realizado en el ámbito de Castilla y León, adquirió Acove, con 114 comunidades, 50.000 propiedades y 3 trabajadores en plantilla. Continuó con Afimar (188 comunidades, 8.500 propiedades y 8 trabajadores) y también ha desembarcado en la Ribera de Duero adquiriendo Megafincas Aranda, que presta servicios a 128 comunidades de propietarios, que suman casi 7.000 propiedades en gestión y 4 personas en plantilla.

El cambio de modelo es radical para un sector que hasta ahora había operado muy atomizado en la provincia, con pequeñas administraciones de fincas y muy centrado en el servicio personalizado a la clientela local.

Más operaciones. El cambio no ha pasado desapercibido en el Colegio Oficial de Administradores de Fincas, donde se da por seguro que habrá más compras... "Los grandes grupos están haciendo ofertas a los administradores para absorber sus negocios y estos, bien porque no hay relevo generacional, por estar cerca de edad de jubilación, por la dificultad para contratar personal cualificado, por las jornadas de trabajo muy largas, porque cada día hay más responsabilidad hacia el administrador y, sobre todo, por el desgaste están vendiendo sus carteras de comunidades".

Además de las jubilaciones, la falta de relevo y las exigencias propias del negocio, lo que también propicia la venta de carteras no son tanto los honorarios que se cobran por cada finca, "sino los negocios paralelos que pueden existir con relación a datos de los clientes que manejamos como temas inmobiliarios, financiaciones externas, empresas de servicios, contratos de luz y gas...".

Gestores de crisis. En Burgos operan 36 administraciones (colegiadas) en este ámbito, cuyas competencias van mucho más allá de la gestión del día a día y de los servicios comunes necesarios en una comunidad de propietarios.

El valor de este sector, con una gran presencia en la economía doméstica de los burgaleses, se ha incrementado en los últimos tiempos a raíz de la crisis energética que ha disparado los precios de las calefacciones comunitarias y tensionado los contratos de suministro de energía. Asimismo, los administradores de las comunidades están teniendo un papel relevante en los proyectos de rehabilitación y de mejora de eficiencia energética en los bloques de pisos.

La rehabilitación de las fachadas son obras mayores para las comunidades que no solo implican proyectos complejos, sino también la solicitud de las ayudas europeas de los fondos Next Generation para su financiación.

Los cambios en el ámbito de la gestión de comunidades también coinciden con un momento convulso en el sector de la vivienda, las tensiones en los precios de los alquileres, la irrupción de los alquileres temporales vacacionales y sus conflictos derivados o la problemática de la okupación.

No obstante, el Colegio descarta que los problemas del mercado de la vivienda y los nuevos modelos de negocio en el mismo "estén alentando la concentración en nuestro sector".

Nueva sede. La estrategia de Inmho sigue apostando por la expansión en el mercado local. Seguirá ampliando operaciones "y esperamos poder anunciar nuevas integraciones pronto", detalla Antonio Baldellou, CEO de la compañía. En ese plan de crecimiento, actualmente se trabaja en la apertura de su sede en unos locales de la avenida de la Paz.

"Burgos es una ciudad con un alto valor estratégico para Inmho por su desarrollo industrial y socioeconómico. Se trata de una de las grandes urbes del norte de España y esta operación amplía la cobertura, abriendo mercado en una zona de especial interés", reconoce Baldellou.

La ciudad se ha sumado a una red de 30 oficinas repartida por la geografía nacional en la que trabajan más de 600 empleados. La compañía está presente en Madrid, Murcia, Alicante, Málaga, Sevilla, Barcelona, Zaragoza, Toledo, Melilla y Cádiz.

Un Aznar en el consejo de administración

Inmho es una sociedad perteneciente al Grupo Portik, en cuyo consejo de administración se sienta, entre otros, José María Aznar Botella, hijo mayor del expresidente del Gobierno y de la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella. El joven empresario forma parte del accionariado de la compañía, aunque de forma minoritaria.

La empresa, con sede en Madrid, se constituyó en 2017 y, tras integrar a 60 carteras, actualmente presta servicios a más de 7.000 comunidades de propietarios con 300.000 viviendas en su haber. Su manera de trabajar pasa, básicamente, por la digitalización de procesos y de la relación con los propietarios, y la búsqueda de ahorros en las cuotas basado en la negociación de los diferentes servicios de la comunidad a gran escala y no solo por bloques de vivienda.

El gran administrador amplía la oferta de servicios entrando en la compraventa de pisos y en el mercado del alquiler; en la prestación de servicios de limpieza y conserjería; o la correduría de seguros especializada en comunidades.