Pedro Gutiérrez, un arquitecto del Burgos de la modernidad

H. JIMÉNEZ
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El pasado día 12 falleció a los 90 años el autor de edificios emblemáticos de la ciudad, tanto residenciales como dotacionales, a los que fue incorporando influencias del Movimiento Moderno de los años 60 y 70

Pedro Gutiérrez, posando en la exposición homenaje que le tributó el Colegio de Arquitectos en 2008. - Foto: Valdivielso

Su colegio profesional le hizo un sentido homenaje, sus compañeros tienen en muy alta estima su obra y varios de sus edificios han pasado a estar catalogados como piezas fundamentales del movimiento moderno en la arquitectura española del siglo XX. La carrera del arquitecto Pedro Gutiérrez fue prolija, dejó unos cuantos edificios emblemáticos que todo burgalés puede reconocer a simple vista y se convirtió en el transmisor de algunas de las nuevas tendencias que triunfaban en Europa y que todavía hoy podemos contemplar a ras de suelo.

El pasado sábado día 12 falleció este hombre a quien el Colegio de Arquitectos de Burgos otorgó el Premio a la Trayectoria Profesional en 2008. Con ese motivo llevó a cabo una exposición con sus obras más destacadas y aquello sirvió para recordar la autoría de edificios tan conocidos como la iglesia de La Merced, el Edinco (calle Vitoria), el hospital de la Cruz Roja (ahora Recoletas), la residencia de La Salle, la llamada casa de los secretarios (avenida Reyes Católicos), un edificio de viviendas en el Paseo de la Audiencia o la extinta galería Mainel, además de los también desaparecidos cines Goya y Consulado que estaban en la calle San Pablo.

En todos ellos procuró incorporar a sus proyectos los estilos que más allá de nuestras fronteras "marcaban maestros como Le Corbusier, Aalvar Alto o James Stirling, profesionales a los que estudió y cuya influencia se puede comprobar", tal y como en su día recogió el documental-homenaje elaborado por el Colegio de Arquitectos.

En el Docomomo. Su actual presidente, Javier Achirica, recuerda además que varios de sus trabajos "forman parte del catálogo del Docomomo" dedicado a la conservación del movimiento moderno "en el que no entra cualquier edificio, porque su obra fue un referente para la época".

Gutiérrez firmó proyectos en diferentes ámbitos como el residencial, el administrativo y el dotacional y a juicio de Achirica puede afirmarse que "junto con Marcos Rico es de los arquitectos burgaleses que dentro de la propia ciudad tiene una obra más reconocida".

Buena parte de sus edificios más famosos los hizo junto a Felipe de Abajo. Durante los años 60 y primeros 70 forjaron entre ambos una asociación muy fructífera, pese a partir de formas diferentes de entender la arquitectura. Tras el fallecimiento de De Abajo, Gutiérrez se asoció con el también burgalés Pedro Silleras y no abandonó la actividad profesional hasta 1992. Sus creaciones siguen en pie y lo estarán durante muchos años.