Los delanteros viven del gol, y cuando no los consiguen se les nota. Abdón Prats llevaba cinco jornadas sin marcar y el domingo pudo liberarse con sus dos tantos ante el Compostela. Pero el partido del mallorquín fue algo más que meter un penalti o aprovechar un fallo del portero gallego. Además, dio la asistencia para Pacheta en el 3-1 definitivo y realizó una de las acciones más espectaculares del partido, con un remate de chilena que mereció convertirse en gol.

Abdón Prats cumplirá 21 años el próximo 17 de diciembre. Este joven mallorquín busca en Burgos el espaldarazo definitivo en su carrera. Cedido por el Mallorca, en el club burgalés y con Calderé debe   crecer como futbolista y como buen delantero su evaluación estará marcada por el número de goles que consiga. Sus primeros partidos con la camiseta blanquinegra fueron espectaculares. Dos goles en Copa ante el San Juan y el tanto del empate en Mieres fueron su tarjeta de presentación. Volvió a marcar en Copa ante el Tuilla y en Liga contra el Coruxo y el Avilés. Sin embargo llevaba cinco encuentros sin ver puerta y el domingo acabó con esta mala racha.

«Un nueve vive de los goles, pero hay veces que no marcas y haces un buen trabajo», asegura Prats el día después de vivir una buena tarde contra el Compostela y reiterar su complicidad con su afición. «Estoy contento por los tres puntos, por el trabajo de todo el equipo y por ver así la afición. Se afronta la semana con más tranquilidad».

El delantero marcó dos goles y, sobre todo, protagonizó la acción del tercero al irse por velocidad de su marcador en el minuto 91 y poner en bandeja el remate de Pacheta. «Estaba cansado, apenas tenía fuerzas, pero lo hice más con el corazón, por el equipo y por la afición que estaba apretando. Se sacan fuerzas de donde no hay».

Prats no escatima elogios hacia unos seguidores con la que suele celebrar sus goles: «Realmente estoy muy sorprendido. Lo que están haciendo por nosotros, ganemos o perdamos, es increíble. Se merecen todo».

El mallorquín está contento en el Burgos, aunque le está costando acostumbrarse al frío: «Estoy en un club histórico, con ganas de crecer. Es el sitio idóneo y lucharé día a día para hacerlo. Cuando comenzó el frío me costaba y decía a mis compañeros que no iba a aguantar ni una semana. La ciudad me parece maravilloso y la gente es muy cercana».

Prats es ambicioso con el futuro del equipo «porque hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera. Luego ya se verá donde llegamos. Primero hay que tener un año tranquilo y luego ya veremos si asomamos la cabeza por arriba. El objetivo del club era la permanencia, pero viendo lo que hemos demostrado podemos aspirar a estar entre los ocho primeros, eso sí, con humildad y trabajo. El ejemplo es el Atlético de Madrid: trabajo y humildad. El esfuerzo suele llevar a una recompensa maravillosa».