El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Burgos, Fernando de la Varga, ha destacado esta mañana el gran movimiento de personas que ha habido en la ciudad durante el mes de diciembre, constatado también por el incremento de visitantes que se ha detectado en el Centro de Recepción de Turistas (Citur) de Nuño Rasura. Para ser exactos, al haberse contabilizado el mes pasado a 4.166 turistas que han acudido en busca de información. Es decir, un 21% más en comparación con los 3.341 que pasaron por esta instalación en las miemas fechas de 2022.
De la Varga ha afirmado, para ser fiel a la realidad, que el incremento de visitantes puede deberse, en buena medida, en que este año se ha retrasado la nieve y al no haber habido una temporada de esquí, muchos amantes de este deporte han decidido buscar otras alternativas de ocio. Algo que ha favorecido al turismo de interior.
En relación a la campaña de Navidad, el concejal ha destacado la buena acogida de la feria con productos de Burgos Alimenta, motivo por el que ha agradecido la colaboración de la Diputación, y ha destacado también el éxito de una apuesta arriesgada como fue la organización de las campanadas en la Iglesia de San Lorenzo y que logró congregar alrededor de 400 personas (de Burgos y también de fuera). Una experiencia que surgió a iniciativa del parroco de este templo de la calle San Lorenzo y que se quiere reforzar de cara a años venideros.
El edil también ha destacado como un acierto el refuerzo de la decoración navideña en Gamonal y ha reconocido la existencia de "puntos débiles" y algunos "errores cometidos" que, sin precisar más, ha admitido que habrá que corregir de cara a próxima Navidad.