Las personas mayores de 65 años esquivaron la gripe hasta la segunda semana de noviembre, pero, según datos oficiales de los epidemiólogos de la Junta, los centros sanitarios de la provincia ahora ya están diagnosticando infecciones por virus gripales en todas las franjas de edad y especialmente en niños menores de 5 años. Las tasas de incidencia, sin embargo, son todavía bajas y, de hecho, se estima que la epidemia comenzará a mediados de diciembre. Y, en todo caso, los expertos consultados por este periódico esperan que el clásico pico de contagios de finales de año no sea muy acusado. Algo que, en general, atribuyen a que el SARS-CoV-2 todavía ocupa mucho espacio entre los virus respiratorios. Tampoco la bronquiolitis está causando los problemas del año pasado: en el HUBU hay críos ingresados en Pediatría, pero no hay saturación ni en la UCI pediátrica ni en la planta.
El neumólogo del hospital Recoletas Gustavo Gutiérrez explica que «desde el comienzo de la pandemia, el coronavirus desplazó a los virus gripales y sigue manteniendo esa predominancia». De hecho, la gripe no ha vuelto a comportarse como antes del comienzo de la pandemia, cuando había dos picos de enfermedad definidos: el primero en torno a Navidad y el segundo, avanzado febrero. «Está por ver cómo va a ser esta campaña, pero creemos que vamos a estar en valores inferiores a los años precovid», apunta el especialista.
Para que se considere que hay epidemia de gripe tiene que haber una incidencia superior a 50 contagios por cada cien mil personas. Ahora, y siempre según el último informe de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León para las infecciones respiratorias agudas (con datos de la semana pasada), hay 23 casos confirmados de gripe y 36 de la covid), por cada cien mil.
Sin embargo, los epidemiólogos de la Junta recalcan que el porcentaje de positividad para virus gripales de las muestras analizadas ha aumentado en la última semana en todas las franjas de edad y, como suele ser habitual, de manera especial entre los niños de hasta 5 años. Esta cohorte es también -y de nuevo, como suele ser habitual- la más afectada por el virus respiratorio sincitial, que es el principal causante de las bronquiolitis en la infancia. Esta enfermedad puede ser muy grave en lactantes, por lo que este otoño se decidió vacunar a los recién nacidos y la respuesta fue masiva, con más de un 80% de bebés protegidos a las tres semanas del comienzo de la campaña de inmunización.
Vacunación. Fuentes oficiales de Sacyl en Burgos explicaron el jueves que «es muy pronto» para valorar la relación entre vacunación y hospitalizaciones en Pediatría del HUBU por bronquiolitis, máxime si se tiene en cuenta que hasta ahora no ha empezado a hacer frío. Pero sí afirmaron que noviembre, uno de los meses clásicos de bronquiolitis, está siendo «tranquilo». Para estas fechas del año pasado había problemas de camas tanto en la UCI pediátrica como en la planta, pero ahora no. Fuentes no oficiales explican que hay críos ingresados por bronquiolitis, pero de más edad que en el otoño del 2022 y dentro de lo que se considera normal.
No obstante, los expertos instan a vacunarse. «Hay que hacerlo en cuanto se pueda y, sobre todo, los grupos de más riesgo de complicaciones», concluye el neumólogo.