Dueños de ducas alzan la voz ante el cambio de locales a pisos

C.M. / Burgos
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La asociación que les aglutina pide una reunión con la alcaldesa de Burgos para retomar la olvidada normalización de las dependencias de uso compatible con alojamiento

El grueso están ubicadas en el barrio del G-3 o Vista Alegre. - Foto: Alberto Rodrigo

Pasan diferentes corporaciones por el Ayuntamiento de Burgos y la Asociación de Alojados en las Dependencias de Uso Compatible con el Alojamiento (ducas) sigue sin respuesta a sus viejas reivindicaciones. La proliferación de autorizaciones de licencias para el cambio de uso de locales comerciales en pisos o apartamentos ha reactivado sus demandas. El presidente del colectivo, Pedro Crego, ha solicitado una entrevista con la alcaldesa, Cristina Ayala, para reclamar una solución «al problema en el uso como viviendas» de más de 2.500 ducas, un censo obtenido por los propios servicios técnicos de la administración local. 

Entienden que se autorice su conversión en trasteros, especialmente en aquellos de barrios más antiguos, cuyas casas carecen de ellos, y que conserven su uso terciario, pero otra cosa es que sean viviendas. «A nosotros se nos ha dicho que al tener un uso terciario no se pueden convertir en viviendas y siempre nos han dado largas. ¿Ahora esta conversión de locales en base a qué se está aplicando?», se pregunta Crego. 

Desde la Asociación recuerdan que llevan «mucho tiempo demandando que el Ayuntamiento haga la ordenanza que regule el procedimiento y tramitación, tal y como estaba contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que ya solicitamos formalmente en el periodo de información y alegaciones», al tiempo que apuntan cómo esto mismo fue planteado reiteradamente a los anteriores responsables municipales.

El colectivo está convencido de que sin una ordenanza «los técnicos no van a tramitar ninguna de las solicitudes de cambio de uso», a la vista de que hace alrededor de siete años que se presentaron unas 40 y no se ha movido ni un papel, al menos de cara al exterior puesto que las peticiones siguen sin contestación. «No entendemos que propietarios de locales en el G-3 o de otros barrios que han acogido una carnicería, una frutería o una zapatería y la han cerrado pueden convertirlos ahora en viviendas».

Lo último que supieron oficialmente por parte del Ayuntamiento data de una reunión celebrada en diciembre de 2017. Entonces ya se pusieron sobre la mesa las condiciones que debían tener las ducas para su normalización y se registraron las primeras solicitudes, que han quedado varadas en alguna mesa del área de Licencias. 

La Asociación mantiene su actividad y de vez en cuando recibe alguna consulta de personas que quieren comprar una duca. Los residentes no suelen tener problemas en su día a día, salvo algunas situaciones salvables con los impuestos de bienes inmuebles, basuras o transmisiones o sucesiones o la no bonificación de la Junta de Castilla y León en los alquileres de vivienda. Además, Hacienda reclama la aplicación de un IVA del 21 % en el arrendamiento de lo que consideran como «locales de negocios». «En su día se nos demonizó, pero nosotros compramos de buena fe al ver que una duca era igual que una vivienda normal, con cocina, baños...», sentencia Crego. 

Mapa de locales a viviendas. El Grupo Municipal del PSOE reclamó ayer en la Comisión de Licencias la realización de un mapa que localice los locales u oficinasque se han ido convertiendo en viviendas (unos 150) para ver si se concentran mayormente en algún barrio. «Queremos que se analice cómo está influyendo en el desarrollo urbanístico de la ciudad y evitar que no haya comercios», indicó la concejala Dolores Ovejero.