Los comerciantes del casco histórico de la ciudad alzan la voz para que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento tenga en cuenta su opinión y sus circunstancias en la nueva ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones, puesto que se sienten «directamente implicados y afectados por su puesta en marcha». Por ello, la asociación de empresarios Centro Burgos exige la «incorporación de medidas excepcionales que permitan el correcto desarrollo de nuestra actividad sin su menoscabo o desaparición».
Así queda recogido en el último escrito enviado al concejal de Movilidad, José Antonio López, a quien la entidad ha vuelto a dirigirse para solicitar una reunión en la que abordar el proyecto Burgos Central después tras haber recibido el silencio por respuesta en una primera comunicación remitida el pasado mes de diciembre. Es en este documento en el que también ponen en valor la iniciativa de tal forma que instan al bipartito a «conseguir hacer que la zona centro sea lo más atractiva posible para la implantación de servicios y actividades, manteniendo los que hay y atrayendo nuevas iniciativas comerciales».
La agrupación de comerciantes valora de «máximo interés» que la normativa recoja el ya existente registro de vehículos asociados a una actividad empresarial de la zona, «para que puedan acceder como los vecinos y así trabajar y dar servicio a sus clientes», además de que ve «prioritario» que se organice y gestiones «correctamente» el acceso de los repartidores. En este sentido, considera que «con unas limitaciones y control exquisito y riguroso» el entorno «estará disponible para el disfrute de los ciudadanos».
La presidenta de Centro Burgos, Patricia Gil, no solo está pendiente de esta respuesta, sino también de otra batería de preguntas que expone a la Gerencia de Urbanismo e Infraestructuras, y a la sociedad de promoción Proburgos. En el primer caso, el interés de los comerciantes se centra en el proyecto de peatonalización de la calle Santander, que no ve necesario, así como de la peatonalización de Hortelanos fruto del proyecto del nuevo Mercado Norte. «Se deben promover medidas de promoción de los párkings de la zona ante la desaparición de plazas de aparcamiento vitales para el centro», remarca, sin olvidarse de cuestionar el estado en que se encuentran algunos edificios del entorno como es el caso del de Campo.
Dentro también de ese fomento de los párkings, la asociación pide, en este caso a Proburgos, la firma de un convenio de colaboración que facilite el uso del aparcamiento subterráneo del Museo de la Evolución Humana como alternativa a la «falta de acceso y estacionamiento» fruto del Burgos Central.