La maleza ha colonizado buena parte del cementerio municipal de Aranda de Duero. Las abundantes lluvias de la primavera y la falta de personal han contribuido a que la hierba campe a sus anchas. Ante este panorama, las quejas no han tardado en llegar. Quienes se acercan al camposanto a visitar las tumbas de sus seres queridos lamentan que se asemeje a una jungla y critican que unas cuantas zonas se encuentran "de pena". A la espera de crear una nueva bolsa de empleo, el Ayuntamiento de la capital ribereña trabaja en otras vías para lograr una solución.
Según detalla el concejal de Medio Ambiente, Carlos Medina, los alumnos del curso de conservación de ecosistemas naturales, que impulsa el Ayuntamiento arandino junto con el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl), están desarrollando una parte de sus prácticas en el cementerio. Desde la primera semana de mayo, han comenzado a adecentar las parcelas y "poco a poco, van poniéndolo al día", subraya el edil, consciente de que ha habido quejas, sobre todo desde marzo, por falta de desbroce.
En paralelo, desde el Consistorio de la capital ribereña trabajan para dotar de más plantilla al cementerio municipal. Como ya detalló este periódico la semana pasada, ahora presta servicio con un único trabajador, que tiene que ser ayudado por los empleados de las funerarias para atender los entierros. "Estoy en el proceso de hacer un llamamiento a través del Servicio Público de Empleo y, a la vez, crear de una nueva bolsa, porque los que están no pueden o no quieren por distintos motivos", explicó la edil de Personal, María Ortuño.