Aranda y la Ribera del Duero no se libran del hundimiento generalizado de la natalidad que se produce, año tras año, en prácticamente toda España. Los datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística reflejan la cruda realidad que golpea a la comarca: sólo en cinco municipios hubo más nacimientos que defunciones en 2022. Se trata de Fresnillo de las Dueñas, Fuentelcésped, Haza, Araúzo de Salce y Villatuelda. Y aunque las cifras no son para tirar cohetes, al menos logran anotarse un saldo positivo. En el caso de Fresnillo, el INE contabilizó la llegada de seis bebés frente a cinco fallecimientos.
En Fuentelcésped, tres nacimientos y dos muertes. En Haza, un nacido y ninguna defunción. Un caso similar al de Araúzo de Salce con dos nacimientos y cero decesos. Finalmente, el 2022 terminó en Villatuelda con dos nacidos y un óbito.
Frente a estas excepciones se halla el resto de la comarca ribereña, donde 62 municipios, incluido Aranda de Duero, registraron un saldo negativo. En total, se produjeron 321 nacimientos y 616 muertes, lo que implica un saldo vegetativo de -295. Si se analiza este declive demográfico caso por caso, en la capital ribereña hubo 241 nacidos frente a 339 defunciones, siempre de acuerdo a los datos del INE. Mientras, en Roa, apenas nacieron 13 bebés y murieron 29 vecinos.
Pero no sólo eso. En 34 municipios de la Ribera del Duero terminaron el año sin ningún nacimiento. Ni uno. En esta situación se encuentran localidades como Anguix, Brazacorta, Espinosa de Cervera, Fuentelisendo, Hontangas, Fuentenebro, Mambrilla de Castrejón, Pardilla, Pinilla Trasmonte, Santa María del Mercadillo o Valdeande. También Zazuar, Villalbilla de Gumiel, Valdezate, Tubilla del Lago, Torregalindo, Santa Cruz de la Salceda o San Juan del Monte.
Margen de crecimiento. Por su parte, el alcalde de Fresnillo, Gustavo García, se muestra optimista y confía en que existe margen para crecer en su localidad, ya que en los últimos años se han instalado varias parejas jóvenes. Eso sí, el movimiento en cuanto a la construcción de viviendas nuevas se ha frenado. Mientras, el regidor de Haza, Antonio Muñoz, aplaude que por fin haya habido un nacimiento, el de su propio hijo. «Aunque sólo sea uno, se nota», dice, ya que viven 7 personas en invierno. Finalmente, la alcaldesa de Fuentelcésped, Jessica Llerena, destaca la presencia de familias jóvenes que han llegado a la urbanización.