El rostro del picador allá en la mina

I.P. / Cerezo de Río Tirón
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Cerezo de Río Tirón inaugura una escultura de bronce de casi tres metros de altura con la que rinde homenaje a los cientos de hombres que durante décadas han trabajado en la extracción de glauberita en la principal empresa local

El artista Javier Sanz destaca que ha querido reflejar el esfuerzo de los hombres dedicados a este oficio, arraigado en el pueblo desde el siglo pasado. - Foto: Luis López Araico

Representa a un minero de unos 50 años que en su rostro refleja el sacrificio que supone alzar el pico cada día para sustraer el mineral, en este caso, la glauberita que se transformará después en sulfato sódico. Pero no solo llama la atención la expresión de su mirada y su boca, sino todo el conjunto de la escultura, obra del artista Javier Sanz, desde ese movimiento de los pies justo antes de elevar el picar por encima de su cabeza, hasta el buzo, las botas o el casco con su linterna. 

Se sopesaron varias posibilidades para hacer el diseño y sobre la mesa de trabajo se desplegaron decenas de fotos. Finalmente se optó por dar el protagonismo a alguien que reflejara a un trabajador maduro y fuerte; pero lo importante, resalta el autor, es que este minero de bronce tiene mucho de cada uno de los que han trabajado y siguen trabajando en la empresa local, y destaca como algo característico «la capacidad de esfuerzo que tenía esa gente en aquellos años 50 y 60 cuando se trabaja de forma tan distinta a la actual». 

Otra peculiaridad del conjunto escultórico es la piedra. A Sanz le hubiera gustado que fuera de glauberita, pero se descartó porque este mineral se disuelve con el agua, de ahí que optara por una piedra caliza de Olmos de Atapuerca. El Ayuntamiento, por otra parte, tiene intención de completar la escultura incorporando una fuente e instalando iluminación para resaltar la obra. 

Vinculada desde mediados del siglo pasado a Cerezo, la Compañía Minera Río Tirón dio origen al grupo Crimidesa (Criaderos de Minería y Derivados), la principal empresa de la localidad y por la que han pasado durante décadas cientos y cientos de vecinos del pueblo y de su entorno. El Ayuntamiento llevaba años pensando en instalar una escultura en homenaje a esos barreneros que ahora trabajan en el yacimiento de Cerezo a cielo abierto, pero que antes lo hacía bajo tierra. 

El momento ha llegado y tras un trabajo de meses en el taller Art Terra de Olmos, Sanz ha cumplido el deseo municipal y desde el viernes 'su minero' ya ocupa un lugar destacado en la remodelada plazuela Glera a los Cellos -que se rebautizará como Plaza del Minero próximamente-, según explicó el alcalde Raúl Sobrino en el acto de inauguración, al que asistió la corporación municipal, algunos vecinos y trabajadores de la compañía y María Ballester, directora de Recursos Humanos del grupo Crimidesa.

Ni el lugar elegido para instalar el monumento ni el día se han decidido al azar. Muchas de las viviendas de esa plaza han sido tradicionalmente ocupadas por los trabajadores de la empresa minera y en ella, además, está la residencia donde los directivos siguen reuniéndose todos los días para comer, así como los ingenieros del grupo cuando llegan a Cerezo para llevar a cabo su trabajo.

Además, empresa y trabajadores honraron hace unos días a su patrona, Santa Bárbara; aunque su festividad es hoy lunes, en Cerezo es tradición celebrar la fiesta el viernes más próximo. Por tanto, era en la localidad una jornada de hermanamiento entre directivos y empleados, que compartieron celebración eucarística y comida, todo ello después de la inauguración de la escultura, con la que la Corporación, dice el alcalde, salda una deuda que tenía pendiente con esos trabajadores que, junto a los agricultores -que ya tienen su propia escultura en Cerezo- conforman el tejido productivo de la localidad.

Unos 100 trabajadores. El yacimiento de glauberita de Cerezo es uno de los más importantes del mundo, con reservas superiores a 350 millones de toneladas. Anualmente produce en torno a las 700.000 toneladas de sulfato sódico, con un volumen de exportación a medio centenar de países del 95% de las ventas. 

Actualmente, la compañía cuenta con algo más de un centenar de trabajadores entre el yacimiento y la fábrica donde se transforma en sulfato sódico. Tradicionalmente, los empleados han sido hombres, aunque desde hace un par de años, ya se están incorporando mujeres, tanto ingenieras como operarias. De ahí también que la plaza donde se ubica el minero esté dedicada a la mujer, como reflejan los bancos instalados, con la subvención del pacto contra la violencia de género, en los que se puede leer: No es no y Cerezo de Río Tirón te cuida.

El coste de la escultura, unos 27.000 euros, ha salido de las arcas municipales. El alcalde explica que en este caso Crimidesa no ha colaborado económicamente porque sus fondos se destinan a obras sociales, «de las que ya se beneficia el Ayuntamiento y los vecinos cada año», añade Raúl Sobrino.