Tres hombres, un receptador (P.N.E. de 45 años) y dos autores materiales (A.H.E. de 24 años y N.J.B., de 23), fueron detenidos el pasado mes de diciembre en Burgos como responsables de una serie de robos de arte sacro cometidos en la provincia de Burgos. Desde el pasado mes de julio se cometieron una serie de ilícitos en templos de la provincia que dieron inicio a las investigaciones que acabaron con el arresto de los tres implicados.
La operación, denominada por la Guardia Civil como Sanctuarium, ha permitido recuperar parte de los objetos sustraídos de las iglesias de tres pequeños municipios de la provincia burgalesa, concretamente Caborredondo, Villamorico y Revillagodos (Iglesia de San Esteban), interviniéndose más de 200 piezas y objetos.
Desde el mes de julio se cometieron robos en templos de la provincia, en un principio siendo los objetos a robar campanas por el valor de su material, que mantuvieron a los diferentes cuerpos de la Benemérita alerta. En total, en 2015 se han registrado seis robos en iglesias, como ha confirmado el delegado de Patrimonio del Arzobispado, Juan Quevedo. Las investigaciones comenzaron el pasado mes de agosto y en los tres casos relatados se trata de pequeñas localidades, con templos 'cerrados', por lo que las víctimas tardaron en conocer lo sucedido. Tras varias indagaciones, durante el pasado mes de noviembre se obtuvieron los priemrs resultados y en el mes de diciembre se pudo poner nombre a los autores.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Burgos barajó desde el comienzo la posibilidad de que se tratase de un grupo inexperto, de poca entidad, cuya única finalidad fuera conseguir un fácil y rápido beneficio con la venta de los objetos; pero también el supuesto de enfrentarse a una banda profesional o un grupo organizado que trabajara bajo encargo.
La principal característica de este tipo de robos cometidos sobre arte sacro es que “el botín” desaparece con rapidez y en ocasiones es vendido en terceros países, lo que dificulta su seguimiento, motivo por el que hubo que actuar con rapidez.
Fruto de las numerosas entrevistas y gestiones, realizadas en muy poco espacio de tiempo y con la premura que precisa la investigación de este tipo de robos, se obtuvo información relevante, en lo que la colaboración ciudadana resultó esencial.
Así, se conoció de la presencia sospechosa en los días anteriores y posteriores a los hechos, merodeando en las poblaciones objeto de los robos, de dos vehículos y otras dos personas ajenas a la zona. Identificados y localizados los sospechosos, dos vecinos de Burgos, fueron investigados sus movimientos, idas y venidas así como su entorno, mediante intensos seguimientos y vigilancias discretas.
Estos mantenían cierta relación con una tercera persona, el receptador, que fue debidamente investigada. Se trata de una persona sin antecedentes, con un alto poder adquisitivo, y que se ha mostrado a lo largo del tiempo como un apasionado de las antigüedades con amplios conocimientos del sector, que también ejerce de restaurador y está asociado a varias páginas de internet de compra-venta de obras de arte, destacando por su insólita actividad comercial.
Las conclusiones finales llevaban a los investigadores del Grupo de Patrimonio de la UOPJ a la detención de los tres sospechosos, practicando dos registros domiciliarios, uno en la capital y otro en la provincia, en los cuales se ha intervenido un importante número de imágenes religiosas, obras de arte y antigüedades, la mayoría de ellas de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Entre los objetos recuperados cabe destacar 17 tallas santorales, doce tallas de Virgen o Virgen con el niño, seis tallas de Jesús o Sagrado Corazón de Jesús, siete cruces o crucifijos de grandes dimensiones, 31 cuadros, 17 trozos de retablo parciales, seis columnas, seis peanas, un sagrario, cuatro varas portavelas metálicas, 64 libros antiguos, cuatro figuras de bronce y dos iconos bizantinos. La mayoría de libros no se corresponden con arte sacro y algunas de las pinturas tampoco, por lo que se está estudiando su procedencia.
Entre estos objetos se han recuperado parte de los sustraídos en las iglesias de Caborredondo y Revillagodos. Adicionalmente han aparecido piezas vinculadas a la iglesia de Villamorico desaparecidas tras un robo perpetrado el pasado mes de septiembre y denunciado ahora, del que no se tenía constancia hasta la fecha.
El propietario, P.N.E., carecía de cualquier tipo de factura o documento que acreditase el origen y legal procedencia de los objetos, que están siendo investigados por responsables y expertos del Museo de Burgos y de Patrimonio del Arzobispado de Burgos, que colaboraron en los registros. Además, se han enviado a Comandancias de toda España imágenes de los objetos por si podieran proceder de iglesias de otros puntos de España.
La investigación, que sigue abierta hasta la total catalogación de las piezas intervenidas, ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción de Briviesca en coordinación con Policía Judicial de Burgos (Grupo Patrimonio), Miranda de Ebro y Equipo ROCA.
El receptador ingresó en prisión tras su paso a disposición judicial, mientras que los autores de los robos, que lo hacían mediante orden directa del priemro, se encuentran en libertad con cargos. Ya durante el año 2015 habían sido arrstados por hechos similares y destacan por el poco cuidado en sus actuaciones, lo que ha contibuido a dañar las piezas y, también, los lugares de las que han sido sustraidas.