Un equipo de la Unidad de Emergencia Militar (UME) se desplazó hasta Silos para realizar labores de desinfección en las dependencias del monasterio, tras el contagio de la mitad de la comunidad religiosa. Así lo confirmó ayer el Ministerio de Defensa, que hizo hincapié en que esas tareas en centros de interés cultural, como la abadía, exigen «una alta cualificación y procedimientos muy estrictos para preservar nuestro legado». 

Cabe recordar que en el monasterio de Silos se registró la semana pasada un brote de covid que hizo saltar todas las alarmas, ya que en un primer momento afectó a más de la mitad de la comunidad benidictina, en la actualidad integrada por 24 religiosos. Los primeros contagios se registraron los días 22 y 23, al parecer tras el viaje de algunos de los monjes a Burgos capital para hacer algunas gestiones, y el foco se declaró, tras presentar uno de los miembros de la comunidad los primeros síntomas, el lunes de la semana pasada.

Tras algunos casos más, «con carga más bien baja», matizaba esta semana el abad, dom Lorenzo Maté, el brote sigue controlado en el interior del monasterio, aunque los efectos de las últimas medidas (excepcionalísimas) y restricciones impuestas por las autoridades sanitarias de la Junta están afectan a todos los vecinos, a pesar de que en el pueblo no se había registrado ningún caso positivo a lo largo de toda la pandemia.