Hace tres años se estrenó una ambiciosa remodelación del barrio de Capiscol en la que invirtieron 1,8 millones y que sirvió para adecentar las calles Real y Molino Salinas, el exterior del polideportivo Carlos Serna y construir una nueva pasarela en el río Arlanzón. Sin embargo, quedó aparcada la actuación del patio en el que está ubicada la iglesia, el centro municipal Espacio Mayor y el Aula Alternativa en el antiguo colegio Cervantes. Y es precisamente la intervención en este entorno la que llevan reclamando hace años desde el Consejo de Barrio de Capiscol.
La idea es convertir el antiguo patio en un espacio público del que puedan disfrutar los vecinos y completar así el cambio de imagen a esta zona de la ciudad. En la actualidad el pavimento se encuentra muy deteriorado con numerosas grietas y cuando llueve se forman enormes falsas de agua que complican el acceso. En los huecos ha crecido incluso la hierba. También están borradas las señales de las zonas deportivas que se encuentran obsoletas. «Está como hace 70 años. No se ha actuado en años. Las zonas deportivas no están acotadas y los balones que se escapan van a los cristales de la parroquia o lo que es lo mismo a la carretera. Y ya se sabe que detrás del balón hay un niño», advierte el párroco, Mario Vivanco.
El objetivo que plantean desde el Consejo de Barrio es retirar el vallado y convertir la zona en un parque con espacios estanciales y también para la práctica deportiva. «Se necesita urgentemente arreglar este entorno para beneficio de todos, dado que es un lugar amplio que permite la realización de actividades para el barrio», apuntó José Luis González, presidente del Consejo de Barrio. La actuación requeriría de un convenio a tres bandas. El Arzobispado como propietario del entorno de la iglesia, la Junta como dueña del edificio educativo y del Ayuntamiento como propietario del otro edificio. «Pensamos que no sería una actuación demasiado costosa e incluiría el arreglo del suelo, zonas verdes y deportivas e iluminación», añadió.
Campos de fútbol. Otra de las demandas del barrio es el arreglo de los campos de fútbol situados junto al Silo dado que en la actualidad son de arena y hay muchas piedras, lo que dificulta la práctica de este deporte y puede producir lesiones. «El Club Deportivo Capiscol tiene muchos equipos y evitaría tener que desplazarse a Castañares».
A ello se añade adecentar el entorno entre los campos y el polideportivo Mariano Gaspar que está lleno de enormes baches que se llenan de agua cuando llueve.
También hace años se adecentó el cauce Molinar, junto a la bolera, pero la falta de mantenimiento hace que esté lleno de hierba y las ratas campen a su anchas, de modo que reclaman una limpieza periódica para evitar este problema.
Finalmente, en cuanto al tráfico demandan una solución para que se pueda girar a la izquierda desde la plaza Foramontanos y también más seguridad a la hora de cruzar desde la calle Mirasierra al polideportivo Carlos Serna. El Consejo de Barrio trasladó estos problemas al Grupo Municipal Socialista en una reunión celebrada hace unos días aunque en el Ayuntamiento conocen sobradamente sus demandas y urgen pasar a la acción.