A pesar de los continuos contratiempos financieros que han tenido -y tienen- que afrontar las entidades locales, los 371 ayuntamientos repartidos por la provincia -ninguna tiene tantos- encadenan tres años seguidos con su nivel de endeudamiento a la baja. Así lo atestiguan los últimos datos que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda, que arrojan unas cuentas pendientes de 204,9 millones de euros entre los consistorios burgaleses.
Esta tendencia, que demuestra el buen hacer de las corporaciones municipales, máxime en los tiempos actuales, no evita que Burgos se sitúe como la provincia con más deuda de Castilla y León. Desde 2012, cuando adelantó a este territorio, los ayuntamientos de León ostentaban el 'honor' de ser los que más debían -en su conjunto- de la Comunidad. Sin embargo entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022 estas entidades locales han logrado reducir de 228 a 204,5 millones su deuda, aupando a Burgos al primer puesto.
Volviendo al análisis provincial, los 204,9 millones que se deben, bien a través de efectivo y depósitos, títulos de deuda o préstamos, están repartidos entre 43 consistorios. El que más montante acumula es el de la capital con 181,6 millones -el 88,6% del total-, aunque en los últimos ejercicios ha logrado aligerar de forma progresiva estos niveles. Por ejemplo, a cierre de 2020 el saldo pendiente era de 207 millones, mientras que hace un lustro (2018) la cifra alcanzó los 201 millones.Antes del estallido de la crisis financiera de 2008 la deuda que tenía contraída el Consistorio era de 112,3 millones.
El gran salto se produjo en 2016, al empezarse a computar la deuda de los consorcios que sirvieron para financiar el desvío del ferrocarril y la gigantesca ampliación del polígono de Villalonquéjar. La renegociación de estos préstamos adquiridos con las entidades financieras, que por un lado avaló una reordenación de los pagos y la puesta en marcha de un plan de devolución, obligó a ejecutar un cambio en la contabilidad que desde entonces hace figurar esta deuda como una obligación de la administración local. La prueba está en que si a 31 de diciembre de 2015 la deuda de los ayuntamientos de la provincia era de 130,4 millones, doce meses después el montante se disparó hasta los 233,6. En el caso de la capital, sus obligaciones pasaron en un año de 97,5 a 205,8 millones.
Nuevos y clásicos. El segundo ayuntamiento que más montante tenía contraído y pendiente de pago a 31 de diciembre de 2022 es el de Miranda de Ebro. En total son 13,8 los millones que adeuda este municipio, 500.000 euros menos que los que registró el Ministerio de Hacienda hace un año. En perspectiva, este consistorio ha logrado reducirla de forma progresiva, ya que por ejemplo en 2015 era de 16,9 millones. El tercero que figura en este particular ranking es el de Aranda de Duero con 4,6 millones, en este caso 3 más que en 2021.
El cuarto en cuestión, Merindad de Valdeporres, con un millón de euros de deuda, es uno de los ocho consistorios que se estrena en el listado del Ejecutivo. Junto a esta localidad del norte de la provincia acceden Gumiel de Izán -en quinta posición con medio millón-, Santo Domingo de Silos (215.000 euros),Barbadillo de Herreros (124.000 euros), Fuentelcésped (98.000 euros), Villaverde del Monte (55.000 euros), Fresneda de la Sierra Tirón (6.000 euros) y Piérnigas (4.000 euros). Por contra, la buena gestión ha logrado que Villadiego,Covarrubias, Cavia, la junta vecinal de Villalba de Losa y Espinosa de Cervera abandonen los registros del Ministerio de Hacienda. El montante que adeudaban iba desde los 1.000 hasta los 17.000 euros.
Entre los que no logran escabullirse de las redes gubernamentales figuran clásicos como Monasterio de la Sierra, uno de los municipios con mayor deuda por habitante de todo el país. A 31 de diciembre debían 185.000 euros, apenas 6.000 menos a lo largo del 2022. El origen de esta deuda no es otro que la construcción de la casa rural delToro, de titularidad municipal, y que supuso una inversión de 408.000 euros en los primeros años de la década de los 2000. El inmueble, con capacidad para 15 personas y adaptada, se inauguró en 2011 y empezó a recibir huéspedes en marzo de 2012. Su construcción vino precedida de un crédito con una entidad bancaria que aún está pendiente de saldar.
A nivel regional, en Castilla y León, tras los ayuntamientos de Burgos y León los de Valladolid son los terceros que más obligaciones tienen pendientes con 166,3 millones. Donde menos deudas tienen contraídas es en Zamora, que con apenas 14,5 millones se coloca como la que mejor balance financiero registra del país. En el conjunto del territorio nacional, los consistorios deben 17.627 millones. La Comunidad de Madrid es el territorio con mayores obligaciones con 3.401 millones, seguida de Cataluña con 3.251 y la Comunidad Valenciana con 1.168.