En el mismo Teatro Principal en el que se representó en diciembre de 1908 se escuchará 115 años después -y con un elenco absolutamente burgalés- la música que Rafael Calleja compuso para la que es su zarzuela más conocida. Las bribonas, la obra en un acto y cinco cuadros, sonará en versión concierto como homenaje al género chico, pero sobre todo como tributo al compositor del Himno a Burgos. 

En 2020, coincidiendo con el 150 aniversario del nacimiento del músico burgalés, la Schola Cantorum y la JovenOrquesta Sinfónica de Burgos (JOSBu) se propusieron recuperar esta pieza. La pandemia y otros factores lo han retrasado hasta ahora, pero por fin se podrá escuchar esta zarzuela «fresca, con chispa, dosis de humor y unas melodías muy pegadizas para tararear y silbar que se quedarán en el subconsciente del espectador y saldrá entonándolas del teatro», según Pedro Bartolomé, director de la JOSBu y de la IITemporada Lírica.

«Queríamos hacer algo del compositor burgalés y Las bribonas además de ser su pieza más conocida, sabemos que sigue funcionando porque el Teatro de la Zarzuela la representó en 2007 con mucho éxito. Es una obra de una hora de duración que debe conjugar a todos los artistas a la vez pero por otro lado es muy accesible para la orquesta y los cantantes», detalla Bartolomé. 

La Temporada Lírica devuelve a Burgos la posibilidad de reencontrarse con la zarzuela, un género que desde que falta Pedro Luis Domingo es difícil de ver programado en la ciudad. Y lo hace, además, con un elenco «con denominación de origen» ya que todas las agrupaciones y las voces solistas las encarnan artistas burgaleses.

Hemos mencionado a la JOSBu y a la coral Schola Cantorum, que está celebrando sus 140 años de historia. Queda por mencionar al Ballet Antología, que pone el toque de baile, y las voces del tenor Ignacio Prieto y de Eva Tubilleja, Susana Vallecillo, Marta Díez y Encarna Aguilar. Y como se presenta en versión concierto, Jacinto Álvarez se encarga de poner en contexto la obra, resumiendo aquellos diálogos que configuran la trama.

Las bribonas, con libreto de Antonio Martínez Viérgol, cuenta el revuelo que se crea entre las beatas  de un pueblo por la llegada de una compañía de variedades. La obra critica ese comportamiento y cómo esas mismas mujeres aceptan su presencia cuando proponen hacer una función benéfica. En tono de comedia, hay también escenas de picardía típicas de la época y momentos de vodevil.

Aparte de esta obra con la que cosechó un gran éxito, Rafael Calleja fue autor de más de trescientas piezas, muchas de ellas zarzuelas que fueron representadas. Con tal elevado número de estrenos es lógico pensar que no se trataba de obras con grandes dificultades técnicas ni que requerían grandes ensayos, porque entonces no se hubieran podido llevar a escena. «Los compositores de la época tenían claro dónde querían ir. Al principio iban en busca de un tipo de zarzuela más larga y después las acortaron para que pudieran representarse cuatro en la misma tarde, Las cuatro del Apolo se llamaban»

Tras la versión concierto de Las bribonas (mañana, en el Teatro Principal, a las 19:30 horas), queda representarla escénicamente. «Ojalá pudiéramos», afirma Bartolomé. Y por supuesto continuar rescatando el legado de Calleja desde casa y de la mano de sus paisanos.