De la obra del futuro cuartel de la Guardia Civil en Quintanar de la Sierra se sabía hasta ayer prácticamente todo: su coste, su contenido, el plazo de ejecución de los trabajos, su ubicación, cuándo se preveía arrancar con su construcción... excepto el momento en el que el Ministerio del Interior tenía previsto iniciar todos los mecanismos.
Ha sido a las puertas de dar portazo al 2024 y arrancar el 2025 cuando la Dirección General de la Guardia Civil ha sacado a concurso los trabajos. El importe de levantar desde cero unas modernas instalaciones para la Benemérita roza los 4,2 millones de euros y deberán estar terminadas a los 22 meses de arrancar las obras. De este modo, con la previsión de iniciarlas la próxima primavera -así se lo transmitieron al senador popular Javier Lacalle hace unas semanas- las miradas se centran ahora en los primeros compases de 2027, cuando deberán estar completadas.
La parcela escogida, ubicada en la confluencia de la calle Inmaculada con la travesía Matacubillo y con 1.880 metros cuadrados, albergará un edificio destinado a acuartelamiento de la Guardia Civil con 9 viviendas en las dos plantas superiores. La estructura será de hormigón armado con forjados de viguetas y bovedillas convencionales, mientras que la fachada será ventilada para ganar inercia térmica. Las viviendas para los empleados públicos contarán con un sistema de aerotermia para la calefacción y el agua caliente sanitaria. Debido a su uso de acuartelamiento, estará protegido del entorno por un muro en todo su perímetro. Estrategia ayudará al volumen a adaptarse a la difícil orografía existente, ya que la parcela se encuentra en pendiente.
En la zona sur se proyecta el acceso rodado y peatonal. A mano izquierda se localizarán las plazas de aparcamiento destinadas a los usuarios, mientras que a mano derecha se ubicarán las plazas oficiales, protegidas mediante un porche. Finalmente, los inquilinos de las viviendas del cuartel tendrán a su disposición unas plazas en la parte trasera de la planta baja, donde cuentan con trastero y acceso a las casas.
El Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra llegó a encargar y costear un proyecto para el cuartel a principios de la década pasada, pero quedó en papel mojado. A finales de 2022 la Dirección General de la Guardia Civil encargó otro por 106.189 euros a la empresa Peralta Ayesa. Con el tiempo transcurrido no solo han cambiado el diseño y las necesidades, sino también se ha disparado el coste: de los 1,3 millones estimados allá por 2013 a los más de 4,19 por los que se ha sacado a concurso las obras.
Al compás. El inicio de este cuartel coincidirá con la finalización del de Villasana de Mena, con un edificio administrativo y otro con 4 viviendas, dos por planta. La obra civil concluyó a mediados de octubre y en la actualidad se debería estar ejecutando la electrificación. Sin embargo, esta tarea se encuentra en suspenso a la espera del suministro del nuevo transformador, lo que podría retrasar el final más allá del mes que viene.