Después de algo más de un mes de la aparición de los restos de Valentina Arnaiz en un paraje situado entre Piedrahíta de Muñó y Jaramillo Quemado, el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses ha confirmado que esos vestigios se corresponden con la mujer de 62 años desaparecida el 29 de febrero de este mismo año. Pese a que todavía no se había oficializado la data de dichos restos humanos, la Guardia Civil ya había establecido hace que no había indicios de criminalidad, de manera que el juzgado instructor archivará el procedimiento en los próximos días, según prevén en el Cuerpo.
Una cuadrilla de Tragsa encontró el pasado mes de octubre en pleno monte, entre Piedrahíta de Muñó y Jaramillo Quemado, unos restos humanos que ahora se ha confirmado que son los de Tina.
Los trabajadores forestales, contratados por la Junta de Castilla y León, se toparon con los huesos en una zona a considerable altitud y bastante lejos de donde se ha centrado la búsqueda durante todo este tiempo. De inmediato dieron aviso a la Guardia Civil, que envió a especialistas de la Brigada de Policía Judicial para realizar una primera inspección ocular del entorno y recoger todos los indicios posibles, que ayudarán a la investigación. Dado el tiempo transcurrido, serán necesarias pruebas para determinar la identidad de los restos y establecer si se trata de Valentina Arnaiz o por el contrario pertenecen a otra persona.
Tina vivía con una hermana en Pinilla de los Moros.Tenía 62 años cuando desapareció y al estar prejubilada trabajaba semanas alternas en la Dirección Provincial de Educación de Burgos; antes había estado destinada en un centro de Quintanar de la Sierra. La tarde de su desaparición dijo que salía un momento al garaje y ya nadie volvió a verla. Llovía copiosamente pero hasta se olvidó el paraguas.
Desde entonces, los vecinos de la comarca, la Guardia Civil, celadores y agentes medioambientales de la Delegación Territorial, bomberos de Burgos y asociaciones de voluntarios, como la Unidad Canina del Grem y la Cruz Roja, la han buscado durante muchas jornadas.
La Benemérita ha movilizado a los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas con base en Logroño para peinar el cauce del Pedroso y del Arlanza, y también a los expertos de su unidad de drones para ampliar el perímetro de búsqueda. Todo de manera infructuosa.