Sintonizar emociones, cuerpo, comida y juego

MÓNICA PURAS (SPC) / Burgos
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La asociación Adefab de Burgos trabaja desde 1996 en la concienciación y prevención de trastornos alimenticios y ha intervenido y detectado varios casos en jugadoras de fútbol

Leticia Marín, Noemí Vallejo, Marimar Herrero y Maddi Bernal, de izquierda a derecha, frente a la entrada de la Asociación Adefab. (calle Jerez, 13). - Foto: Valdivielso

Buscar soluciones y no culpables. En esto trabaja ADEFAB (Asociación de familiares de anorexia y bulimia de Burgos) desde 1996. De los trastornos en la conducta alimenticia (TCA), arraigados en algunos deportes más que en otros, no se habla lo suficiente de ello porque no se le da prioridad y además está normalizado. Ante las posibles sospechas de algún caso en jugadoras de fútbol, Noemí Vallejo, presidenta de este colectivo burgalés, realizó una serie de charlas en clubes, «sospechaban tres casos y tras la ponencia nos dimos cuenta de que eran cinco», admite, junto a la psicóloga Marimar Herrero, quien asegura que «no todos los psicólogos saben detectar un TCA ni todos los nutricionistas saben tratar un TCA. El problema es que se centran mucho en cuerpo y comida. Y el problema no es este. Son todas esas emociones que no saben gestionarlas que genera una baja autoestima que a su vez suelen tener una alta autoexigencia y todo influye en que sus conductas con la comida se ven alteradas además de la forma de ver su imagen corporal». 

Las alertas burgalesas llegaron a un técnico que vio que no estas chicas no llevaban sus bocadillos o los escondían o no los comían o iban sin desayunar a los partidos. Y entre ellas se ayudaban para no ser descubiertas.

«La gente estigmatiza mucho estos trastornos. Oyes muchas veces, yo también estoy a dieta, yo como esto y no me pasa nada, yo hago este entrenamiento… Y cuando vas a las charlas hay risitas entre el aforo. Y si hay alguien que tiene el trastorno pues va a omitirlo y se va a sentir ofendida. La gente no se lo toma en serio», afirma Vallejo. 

Ahora hay muchas chicas (también chicos) jóvenes y niñas que hacen mucho deporte. Quieren estar más fuertes,  resistentes y musculosas y son sus propios entrenadores quienes les dan pastillas para resistir o complementos. «Algunos te hablan de la creatina (sustancia química que mejora el rendimiento y la masa muscular). Es muy preocupante y hay que erradicar todas estas ideas procedentes de las redes sociales», explica Leticia Marín, nutricionista y colaboradora con la asociación. 

El efecto dominó de la vigilancia del cuerpo es que las jugadoras se sienten presionadas para tener un determinado aspecto y pesar una determinada cifra, lo que puede desencadenar en una relación poco o nada saludable con la comida, especialmente si los resultados se utilizan de forma que las futbolistas se avergüencen de sus cuerpos. Una consecuencia opuesta, pero igualmente perjudicial, es que las jugadoras reciben un refuerzo positivo de entrenadores, compañeras de equipo y redes sociales sobre su aspecto atlético y delgado, lo que «eso de te has quedado muy guapa, ahora podrás entrenar y rendir mejor», puede ser muy peligroso en un entorno competitivo.

«En la sociedad está muy socializado y normalizado hacer una dieta. La cultura de un rendimiento deportivo con una figura concreta de peso. Y el rendimiento deportivo depende de una buena nutrición. Si en el club no hay un profesional, el asesor es Google con el peligro que pueda tener, ya que las bases saludables las tenemos todos, pero no de forma individualizada y ahí radica el problema», confiesa la dietista y nutricionista.

La educación desde bien pequeñas para la prevención y desde la regulación emocional debe ser la solución. «Ahora hay niños que te comentan que tiene déficit nutricional y te llevas las manos a la cabeza. Niñas gorditas que van al pediatra y les prohíben la bollería, dulces y además les obligan a apuntarse a un deporte. Luego les dan la propina y viene el atracón», advierte la psicóloga. 

Algunos clubes se niegan u ocultan estos trastornos en sus equipos. Y a veces una charla de prevención y ayuda puede ser el mejor entrenamiento de fútbol.