Ahora todo suena a música celestial, pero cuando un burgalés decidió apostar por crear en la fría paramera burgalesa una ganadería de bravo, tanto los iniciados como los neófitos en el planeta toro pensaron que aquel tipo llamado Antonio Bañuelos no estaba en sus cabales; que aquella era una idea peregrina, alocada, suicida. Que no tenía sentido alguno y que nunca podría hacerse un hueco en un mundo tan exigente, con tanta historia y tanta solera y olé. Ahora es fácil subirse a ese tren, pero entonces era temerario. Sin embargo, Bañuelos quiso hacer realidad ese sueño, esa ambición, y lo apostó todo. Y, visto treinta años después, no sólo se le puede ver como un ganador -que lo es- sino como un tipo valiente y honesto que, además, siempre llevó, como si fuera el hierro de su ganadería, el nombre de Burgos tatuado en su alma.

Y esa tierra suya es la que va a homenajear el día 13 de diciembre, en el Teatro Principal, al ganadero que lleva tres décadas llevando el nombre de Burgos por toda la geografía española (y francesa, porque lo los toros de Bañuelos tiene mucho predicamento en las plazas del país vecino). Con la complicidad y el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación de Burgos, los impulsores de esta cita -los críticos taurinos Íñigo Crespo, Javier Fernández Mardomingo y un largo etcétera de amigos que han estado al lado del ganadero durante años, en algunos casos todo este tiempo- la cita no pretende sino ser un «agradecimiento» a la persona de Bañuelos por su dedicación, por su trabajo «y por haber sido todo este tiempo un espléndido embajador de esta tierra».

Esos organizadores no quieren dar muchas pistas sobre el evento, especialmente porque habrá «muchas sorpresas», pero aseguran que será una cita «inolvidable» para los amantes de la Fiesta y de quienes aprecian a este tipo educado, afable y acogedor a quien pudo la pasión que tenía bien adentro, junto al corazón. Esa cita será a las 20,15 horas y la entrada será libre. «Antonio Bañuelos se merece ese homenaje. Habrá mucha gente que le hará reconocimientos. Sobre todo, gente que ha sido muy importante en estos treinta años». Así, toreros que han triunfado con los toros del frío, ganaderos amigos...». Señalan los organizadores que la importancia que ha tenido aquella osadía de Bañuelos no puede pasar desapercibida: «Es la única ganadería de lidia de Burgos, ha lidiado en las mejores plazas, ha llevado el nombre de Burgos por todos los rincones...».

Los organizadores tienen muy claro que lo que hizo Bañuelos hace treinta años fue algo digno de admirar. «Nadie se hubiera imaginado algo así. Y lo consiguió a base de mucho tesón, de mucho trabajo, de mucho convencimiento. Hay muy pocos toros en España que puedan criarse en condiciones como las del páramo de Masa por sus condiciones climatológicas: agua, nieve, frío...», apuntan. «Bañuelos ha supuesto poner a Burgos en el mapa. Hemos tenido toreros -Rafael Pedrosa, José Ignacio Ramos, Morenito de Aranda-, pero a nivel ganadero sólo Bañuelos ha llevado a Burgos lejos de aquí. Ha sido un pionero. Y lo fácil para él hubiera sido hacer su ganadería entre Burgos y Salamanca, a mitad de camino. Pero no. Él apostó por Burgos. Se la jugó. Tiró una moneda al aire. Fue valiente».

No sólo fue la apuesta por la ganadería, sino por una de garantías, por una que se ha ganado un hueco, un espacio de privilegio, en el mundo del toro. Ahí están sus grandes hitos, como el indulto que hizo Enrique Ponce al toro 'Gamarro', uno de los momentos esenciales en la historia de la ganadería burgalesa. O que toreros como el citado Ponce, El Juli, Pepín Liria o Morante de la Puebla estimen a las bestias del burgalés. «Bañuelos se ha hecho un nombre entre las ganaderías más importantes de España. Sin ninguna duda. Y tiene una gran responsabilidad por ello, así como por el hecho de ser presidente de la Unión de Criaderos de Toros de Lidia».

La organización no quiere desvelar nada de la gala que se celebrará en el Principal, pero asegura que además de sorpresas, la cita estará llena de actuaciones que harán las delicias de los presentes y, especialmente, del hombre que creó de la nada La Cabañuela. «Llevar treinta años enarbolando la bandera de Burgos por todos los rincones se merece algo especial. Habrá, seguro, nombres importantes dentro del mundo del toro. Y, si no pudieran estar físicamente, lo estarán de otra manera, avanzan los organizadores. «Muchos toreros han hecho historia con la ganadería de Bañuelos». Aunque nadie quiere avanzar nombre alguno, en los mentideros taurinos suenan los de Víctor Puerto, Manuel Caballero y Pepín Liria. «Se pretende que sea un homenaje, una puesta en valor de Antonio Bañuelos en nombre de la ciudad de Burgos. Va a ser un espectáculo», apostillan.