La elevada mortandad de aves y quirópteros (murciélagos) que provoca la concentración de instalaciones eólicas en determinados territorios motiva la imposición de medidas más restrictivas a los nuevos proyectos, más allá del soterramiento de las líneas de evacuación o su señalización. Una de las más novedosas se incluye en la declaración de impacto ambiental que acaba de recibir el Parque Desma, un proyecto de hibridación entre energía eólica y solar entre Arcos y Buniel que no podrá comenzar a funcionar sin cámaras que controlen los movimientos de la avifauna de su entorno día y noche.

La Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León considera «indispensable» la instalación «de un sistema automático con control telemático de grupos de cámaras de alta definición con tecnología de visión estereoscópica 3D que detecten, monitoricen y analicen en tiempo real en todo el parque, y en distancias de hasta 500 metros, las trayectorias de las aves con probabilidad de colisión con los aerogeneradores», explica la resolución del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

Incluso se podría considerar necesario «incorporar personal de vigilancia extra para evitar situaciones de riesgo de colisión», añade la DIA, que es favorable.

También para reducir la mortalidad de quirópteros, «se retrasará el inicio del arranque de los aerogeneradores hasta los 5-6 m/s de velocidad de viento durante el horario comprendido desde una hora antes del ocaso y hasta tres horas después del ocaso en los meses de julio a octubre, ambos inclusive», explica el documento.

El parque Desma contará con una instalación eólica entre Estépar, Cayuela y Arcos, con 6 aerogeneradores del modelo Siemens Gamesa SG 6.0, con una altura de 135 metros y una potencia de 4,167 MW cada uno. La planta solar ocupará una superficie de casi 92 hectáreas entre Buniel y Albillos, con 63.504 módulos fotovoltaicos.

La energía producida se conducirá por una línea subterránea a la subestación Desma, que se construirá dentro del recinto del parque fotovoltaico, que la usará también. De ahí irá hasta otra en Rabé de las Calzada, y finalmente hasta la de Villalbilla, propiedad de Red Eléctrica Española, aunque los tendidos de este último tramo ya pertenecen a otro proyecto, el parque Iglesia. 
En total, según la DIA, Capital Energy tendrá que soterrar 23,5 kilómetros de líneas de evacuación para la construcción de este complejo híbrido, que permitirá combinar energía solar y eólica.

Solo dos ayuntamientos. De los 11 ayuntamientos consultados, solo 2 contestaron. Arcos de la Llana considera que la distancia de los aerogeneradores al núcleo de Villanueva de Matamala es inferior a 1.000 metros, aunque el promotor contestó que se superan, midiéndose «desde el límite del suelo urbano, o en su defecto desde el perímetro del núcleo urbano, hasta el perímetro exterior de la parcela» donde se ubica el proyecto. San Mamés de Burgos lo hizo previa al planteamiento de soterrar la línea, que coincide con un nuevo parque biosaludable y zona de recreo.

No contestaron Albillos, Buniel, Cayuela, Estépar, Rabé de las Calzadas, Tardajos, Villalbilla de Burgos, Villangómez y Villaverde del Monte.