Para la Asociación de la Escala de Suboficiales de la Guardia Civil (ASESGC), la explicación de la «huida» de agentes en el último traslado a otras provincias no es solo una cuestión de falta de atractivo de Burgos. La pérdida de más de un centenar de efectivos se explica, a su juicio, en las condiciones laborales y el trato autoritario que sufren por parte de los mandos. Cuestiones que, según ha anunciado el colectivo, pondrán en conocimiento del pleno del Consejo General de la Benemérita del próximo mes de diciembre.
La primera queja de los suboficiales difundida por ASESGC es la gran carga de trabajo que asumen los sargentos, cabos y demás suboficiales en la provincia de Burgos. Denuncian que tienen que trabajar 40 horas semanales, patrullar y además hacerse cargo de las funciones asignadas a su cargo. Eso hace imposible, recalcan, la posibilidad de planificar servicios y por ende tener una conciliación familiar.
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