La quinta ola de la pandemia está en claro retroceso. Esta tendencia se deja notar ya en varios medidores: se aprecia en los positivos, en la incidencia acumulada y, también, aunque de forma mucho más lenta, en la presión hospitalaria. Así, la línea que dibuja la evolución de la incidencia de casos de coronavirus es descendente desde hace varias semanas en la provincia, lo que ha hecho bajar el indicador de riesgo a nivel alto, tanto a 14 días como a siete. En el caso de la capital burgalesa, los datos son aún más favorables y la incidencia se sitúa ya en números de finales de junio, cuando aún no habían comenzado a dispararse los contagios tras las jornadas de las ‘no fiestas’.
En este momento, la incidencia acumulada a 14 días en la provincia es de 247 casos por cada 100.000 habitantes, tasa que nos ha sacado del máximo nivel de riesgo y que nos deja por debajo de la que registran Ávila, Salamanca y Valladolid. Ese indicador es similar al que había el pasado 3 de julio. Mejor dato se visibiliza en la capital, donde la incidencia es de 151 puntos a 14 días y de 76 a una semana, lo que significa que estamos ya rozando el riesgo medio.
Por contra, la situación de riesgo máximo se mantiene en el indicador de los mayores de 65 años, dado que supera en casi 100 casos la cifra establecida para hablar de nivel alto. Una circunstancia que se da en cinco de las nueve provincias de la Comunidad Autónoma.
Según los datos aportados por la Consejería de Sanidad, este lunes se han comunicado 28 nuevos contagios. Se mantiene por tanto la tendencia a la baja de los últimos días (el domingo se informó de 24 infecciones).
También sigue estabilizada la situación hospitalaria. En los tres centros sanitarios de la provincia hay 52 pacientes ingresados con covid-19. De ellos, 34 se encuentran en el Hospital Universitario de Burgos, donde hay además 10 pacientes en la UCI, dos más que el domingo. En el Santos Reyes de Aranda son ocho los ingresos por coronavirus y en el Santiago Apóstol de Miranda se contabilizan 10, las mismas cifras que un día antes. La estadística de decesos por covid sigue creciendo y en las últimas horas ha sumado una nueva víctima. Son ya por tanto 771 las personas que han fallecido en los tres hospitales de la provincia víctimas de esta enfermedad desde que empezó la pandemia.
Detrás de la buena evolución de los contagios y la incidencia acumulada está, fundamentalmente, la vacuna. Tras una semana en la que el ritmo de pinchazos ha sido menor, una vez llegado al tramo de los 12 años, en este momento el 71,5% de la población burgalesa tiene las dos dosis puestas y casi el 79% cuenta con al menos un pinchazo. Este lunes se han recibido 14.460 sueros de Pfizer y Moderna.