Los datos obtenidos en los últimos análisis de agua en Los Barrios de Bureba no resultan nada esperanzadores, más bien todo lo contrario. A pesar de que los niveles de nitratos descienden hasta alcanzar valores seguros para el consumo humano después de años, esta vez son los herbicidas y otros cuatro parámetros los que complican el bienestar de los vecinos al tener prohibido beber del grifo.
El Ayuntamiento ha publicado un bando informativo con intención de anunciar a los ciudadanos la medida al comprobar que las muestras tomadas incumplen los estándares de calidad exigidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A Daniel Fontes, alcalde de la localidad, la noticia le ha disgustado teniendo en cuenta que actualmente el número de vecinos ha aumentado con motivo de la Navidad y solo pueden consumir agua embotellada.
Los valores de metolacloro (0,33 microgramos por litro) -compuesto orgánico utilizado como herbicida- triplican a los admitidos (0,1) y superan los máximos excedidos, mientras que el índice de langelier alcanza 0,80 pese a que en el agua de consumo recomiendan que esa cifra no sobrepase +0,5 ni descienda más de -0.5.
La OMS no considera que la dureza del agua tenga un impacto negativo en el organismo y de modo orientativo establece que los parámetros para el consumo deben oscilar entre los 100 y los 300 miligramos por litro de carbonato cálcico, aunque el umbral de tolerancia puede estar ligeramente por encima o por debajo. En Los Barrios -no en el resto de las pedanías- se superan -hasta alcanzar los 522- al igual que los de calcio (160.000 microgramos por litro) y los de potasio (13.000, cuando recomiendan que no rebase los 12.000).
Adherirse a la red de Pancorbo supondrá una inversión de casi un millón de euros
Ante este nuevo problema al que se enfrenta el municipio el regidor asegura no manejar ninguna solución, excepto la de «traer agua de Pancorbo». Tras varias intentonas sin éxito para adherirse a la red de abastecimiento de dicha población desde La Vid de Bureba presentará un proyecto cuyo presupuesto asciende a casi el millón de euros a diferentes convocatorias de subvenciones que lancen las administraciones públicas porque sin financiación externa será «imposible ejecutar la obra», reconoce.
Por ahora, los ciudadanos no tienen más remedio que comprar el agua en el supermercado o rellenar envases en fuentes que garanticen una buena calidad. Sin embargo, Fontes tiene previsto solicitar ayuda a la Diputación para que «instale un camión cisterna en la plaza con el fin de que podamos consumir agua», aclara. No es la primera vez que esta situación afecta el día a día de los vecinos. «Llevamos peleando contra los nitratos más de una década; ahora los valores son aceptables, pero aparecen otros perjudiciales. Ya no sabemos qué hacer», se lamenta el alcalde.
Medidas sin éxito. En verano ordenó realizar un análisis de las 15 fuentes del pueblo y los niveles de nitratos superaban los máximos recomendados para su consumo en boca, que tiene el corte en los 50 miligramos por litro. También se construyeron dos pozos de 90 metros de profundidad en Las Vesgas con el fin de encontrar agua óptima y poder abastecer al resto de localidades pertenecientes al municipio que sufren los mismos problemas. Sin embargo, el proyecto con el que Los Barrios pretendía dar carpetazo al asunto no salió como lo esperado porque los análisis revelaron también exceso de concentración de arsénico, 36 microgramos por litro, pese a que el límite máximo es de 10.