La Arandina arranca su planificación a futuro tras su histórico ascenso. Como plato principal de la Asamblea Extraordinaria celebrada esta tarde, la presidenta Virginia Martínez cumplió con su premisa y puso a disposición de los socios su dimisión. Por un lado, destacó la dilatada labor de su equipo de trabajo durante estos tres años, con una valoración sumamente positiva en la que han logrado "un crecimiento a nivel deportivo" y un "avance en el fútbol base".
Asimismo, también ha querido zanjar cualquier duda o prejuicio acerca de su figura, dada su próxima participación como número dos del PP en las elecciones de este domingo. Martínez remarcó su ofensa por "las dudas hacia su persona e implicación" y fruto de ello ofreció a los socios su dimisión. Sin embargo, los presentes apostaron por su continuidad sin oposición alguna.
No obstante, Paco Galán, secretario de la Arandina, no dejó escapar la oportunidad de visibilizar la difícil situación económica del club, cuyo presupuesto oscilará los 450.000 euros. Muy lejos de los 900.000 que afirma requerir la categoría. Por ende, en nombre del equipo de trabajo, abre la puerta a un relevo en el cargo y una posible conversión a Sociedad Anónima Deportiva. «Necesitamos dinero y no tenemos la fórmula para acceder. Esta junta no se ve capaz de cubrir las necesidades que requiere la categoría», explica.
Deshojada la margarita, la reunión también sirvió de punto de encuentro para tratar los precios de los abonos, un posible convenio con el Racing Lermeño o las propuestas políticas recibidas.