En los primeros ocho meses del año pasado la Seguridad Social dedicó 1.013 millones de euros para cubrir las pensiones de los burgaleses, lo que supuso un nuevo récord. Desde enero hasta agosto de 2024 esta cifra ha vuelto a crecer hasta llegar a los 1.077 millones. Gracias en parte al aumento del número de cotizantes también ha subido la cifra de ingresos y los 538 millones que ha contabilizado el Ejecutivo han servido para reducir en un 0,3% la diferencia entre lo recaudado y lo gastado con respecto al 2023. Este aumento conlleva que la nómina de pensiones en Burgos se cubra en casi un 50%.
A fecha de 31 de agosto de este presente ejercicio se contabilizaron 93.526 pensionistas en la provincia, 1.100 más que en las mismas fechas del año anterior. Empresas y trabajadores asalariados, a través de su actividad laboral, han aportado el 49,9% del gasto en pensiones. «El sistema tal y como está concebido no es suficiente. En el momento en el que tengamos que soportar nuestro propio sistema sin que lo pague otro nos daremos cuenta que no es sostenible», apunta Carlos Alonso de Linaje, decano del Colegio de Economistas de Burgos.
En los últimos años los gastos para pagar las pensiones han ido abriendo una brecha cada vez mayor con respecto a los ingresos generados por los empleados y las compañías. En 2020 los despidos de la pandemia hicieron que tan solo se cubriese el 49,9% del desembolso realizado por la Seguridad Social. Por primera vez el dinero destinado a las prestaciones ni siquiera cubría la mitad del de las cotizaciones sociales.
(Más información, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos o aquí)