Las huracanadas y enfurecidas rachas de viento que azotaron la capital y la provincia de Burgos dejaron numerosos estragos. Árboles caídos, desprendimientos en tejados o contenedores desplazados destacan en el balance de daños que dejaron las fuertes rachas, de hasta 96 kilómetros por hora en el observatorio de Villafría y 100 en la estación de Monterrubio de la Demanda. No han trascendido daños personales.

En la capital los bomberos tuvieron que acudir a más de 130 avisos, que se fueron sucediendo a lo largo del día. La mayoría llegaban de las zonas donde se acumulan una mayor cantidad de árboles. Desde el parque el Parral, Fuentes Blancas o los paseos de la Isla y la Quinta numerosos vecinos alertaron de múltiples desperfectos. Desde ramas que se desprendían de los troncos, hasta piezas enteras que cedían desde la raíz. En las riberas de los ríos también se pudieron contemplar maderas sueltas que habían cedido y la Policía Local pidió a los ciudadanos que se abstuvieran de transitar por zonas arboladas, además de prestar varios servicios y cortar algunas calles al tráfico para facilitar el trabajo de Bomberos. También fue movilizada la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil. 

En total, fueron más de 200 las llamadas de aviso coordinadas por el Servicio de Emergencias 1-1-2 Castilla y León. Solo por la mañana sumaban ya 55. Fueron varios los ayuntamientos que emitieron bandos municipales alertando del peligro que conllevaba el simple hecho de transitar por las calles.

En Ibeas de Juarros se produjeron desprendimientos en la cornisa y tejado de la guardería, en Frías se tuvo que clausurar el acceso Castillo por precaución, y en el Valle de Valdivielso se produjeron cortes de luz por culpa de varias averías en el tendido eléctrico. La empresa Wifinor agotó todos los  grupos y baterías disponibles, aunque no pudo atender todos los puntos en los que fue requerida por los apagones y la inestabilidad de la red, que también causaron problemas en la radio, la televisión y el 4G. Sus técnicos y los de Iberdrola trabajaron a destajo y en condiciones extremas, enfrentándose a rachas de viento mucho más fuertes de las registradas 'oficialmente'.

En esa red de estaciones desplegada por la Agencia Estatal de Meteorología, el registro de mayor intensidad se obtuvo en Monterrubio de la Demanda, con rachas de hasta 100 km/h. Burgos capital se quedó en los 96 y en Briviesca el viento sopló a 98 km/h. El aviso naranja por fuertes rachas fue desactivado a las 22 horas de la noche, pero se mantendrá el nivel amarillo hasta las 11 de la mañana de hoy, momento a partir del que se espera que la situación mejore.

(Toda la información, en la edición impresa o aquí)