El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) ha puesto de manifiesto esta mañana su oposición a que la Universidad de Burgos cuente con Medicina entre su oferta docente. Las palabras del rector Alfonso Murillo durante el acto de xx de la Facultad de Ciencias de la Salud han originado la reacción de los estudiantes, que consideran que la proliferación de facultades de la especialidad es contraproducente.
El Consejo recuerda que, entre 2008 y 2013, España ha aumentado en 12 (de 28 a 40) el número de facultades de Medicina. A ellas hay que sumar los deseos de la Universitat de les Illes Balears, la Universitat de Vic, la Universidad Católica San Antonio de Alicante y la Mare Nostrum University, así como las instituciones académicas de Jaén, Huelva y Almería cuyos planes de estudio ya se encuentran aprobados por la ANECA y siguen mostrando su interés por la apertura de estos centros, a pesar de las dificultades económicas que les impidió hacerlo previamente.
Este aumento ha hecho que se haya pasado de 4.500 estudiantes de nuevo ingreso a 7.000, mientras que las plazas de Formación Especializada MIR han disminuido hasta las 6.102. Con mayor número de facultades, el numerus clausus aumentaría aún más.
Para el Consejo, esta tendencia es desafortunada y un error. Por ello, solicitan la realización de un estudio demográfico estatal sobre las necesidades futuras de médicos, aprovechando la creación del registro de profesionales, que justifique la apertura o no de dichas facultades. Además, desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina se critica que la apertura de estos centros se haga en base a presiones que no atienden al interés general y a las necesidades reales.
Sobreproducción.
Para esta asociación de estudiantes, la sobreproducción de futuros médicos es negativa para la profesión y para el Estado. Aseguran que la formación médica de calidad requiere una gran inversión, que en caso de exceso, ocasiona una fuga y pérdida de profesionales, y consecuentemente, una pérdida de recursos invertidos en la formación de profesionales que finalmente no ejercerán en España.
A su vez, el número de egresados en Medicina debe ser coherente con la oferta de plazas MIR, ya que en caso contrario, dicen "tendremos una bolsa de titulados en Medicina salientes de las Facultades sin oportunidad de acceder a la formación especializada, y por ende, sin posibilidad de trabajar en la principal salida profesional de la medicina, la asistencia clínica".
En dos o tres años, recuerdan, España superará los 7.000 titulados por curso con una oferta de formación especializada cercana a las 6.000 plazas. para el CEEM esta situación ya es "muy alarmante" y que se agravará en breve por la paulatina reducción de convocatorias MIR.
Por todo ello, desde el Consejo de Estudiantes de Medicina solicitan al Estado una moratoria en la apertura de nuevas facultades de Medicina con el fin de estudiar el 'mercado' y valorar las necesidades reales, que se alejarían, entienden, de la apertura de los estudios en la UBU, como requería Murillo ante el consejero de Sanidad Antonio María Sáez.