La XXXV edición de la San Silvestre Cidiana ya calienta motores. La prueba local se va acercando a las cifras anteriores a la pandemia y hoy serán más de 7.000 los burgaleses que despidan el año corriendo por las calles de la capital. El recorrido es el mismo que en año anteriores y comenzará en la calle Eloy García Quevedo y concluirá en la avenida Derechos Humanos después de recorrer algo más de cinco kilómetros. Pasará por delante del Teatro Principal para rodear la estatua del Cid y dirigirse hacia Gamonal por la avenida del Arlanzón.

Como en años anteriores, los 2.000 atletas de mejor nivel correrán con dorsal azul y saldrán unos metros más adelante del resto, para que puedan competir desde el inicio. El Florentino Díaz Reig será un año más el organizador de la prueba y contará con alrededor de 75 voluntarios para su desarrollo.

Por la mañana, la calle Eloy García Quevedo es el escenario de la carrera para los más pequeños. La actividad ha comenzado a las 11:30 con la cita para la categoría infantil masculina, mientras que los encargados de cerrar la cita son los chupetines a las 13:00 horas. Poco después, la entrega de trofeos. Alrededor 1.100 jóvenes participan en esta cita deportiva.

La San Silvestre Cidiana no ha olvidado su lado solidario y la Fundación La Caixa aportará un euro por cada participante, que en esta ocasión ese dinero se donará a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Burgos (AFABUR).

A la hora de hablar de favoritos para lograr la victoria final, Alba Sorrigueta, atleta burebana del Image, cuenta entre las máximas aspirantes. La campeona del año pasado, Inés Herault, no tomará la salida en esta edición.

En cuanto a los chicos, ni Rubén Álvarez, ni Diego Varona, primero y segundo en 2023, estarán entre los participantes, por lo que Víctor Illera y Jairo Grijalvo, que el año pasado fueron tercero y cuarto, respectivamente, serán dos de los nombres a tener en cuenta.