Gasolineros: "Ni nosotros sabemos por qué estos precios"

H. JIMÉNEZ
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El colectivo de las estaciones de servicio se confiesa tan sorprendido con los vaivenes del combustible como sus clientes e insisten en que ellos no ganan más

Jesús Sadornil, presidente de Adesbur (empresarios de estaciones de servicio), en su instalación de Sasamón. - Foto: Alberto Rodrigo

Les llevan pitando los oídos tres semanas. Desde que comenzó la escalada de precios la visita a las gasolineras se ha convertido en una actividad de riesgo y el combustible poco menos que un artículo de lujo. Pero los empresarios de las estaciones de servicio de la provincia de Burgos aseguran estar casi tan desconcertados como sus clientes y aseguran que también son víctimas en cierta medida de la volatilidad.

Los clientes ya ni siquiera les plantean reproches, como sucedía anteriormente. Todos saben, más o menos, que el problema de la carestía es complejo y producto de muchos factores, y casi todo el mundo está resignado a que, mientras los gobiernos no apliquen medidas, el mercado es el que manda.

"Nosotros también nos sentimos perjudicados por esta situación, tenemos que poner mucho más de nuestro dinero y por adelantado para comprar un camión de combustible. Como los importes de venta son más altos también nos cobran más comisión por las tarjetas, y no somos nosotros los que nos lo llevamos". Quien así habla es Jesús Sadornil, presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Burgos.

Admite el representante de Adesbur que "la gente se cabrea" y que, fruto de una reacción ante los altos precios, "ya no piden llenar el depósito sino que solo echan 20 o 30 euros, así que para vender los mismos litros tienes que trabajar más". Explican los empresarios que, dentro del colectivo de gasolineras, existen ciertas diferencias entre las abanderadas (pertenecientes a una red nacional o internacional y vinculadas a las marcas más conocidas) y las libres. En las abanderadas es la marca quien responde del, mientras en las libres son sus propietarios quienes compran "al mejor postor ese día, porque es la única manera de ofrecer un precio razonable al consumidor".

Pero entre todas ellas sucede que las estaciones de servicio "tienen sus beneficios fijos, de equis céntimos por litro, y en esta revolución que estamos viviendo incluso hemos tenido que poner dinero nosotros porque no podíamos trasladar al cliente toda la subida de golpe y hemos encarecido poco a poco".

¿Por qué sucede que el combustible ha llegado a batir récords de precio cuando el famoso barril de Brent, supuesta referencia del petróleo, estaba al mismo precio o por debajo incluso que hace unos años? "No coinciden, es cierto. Los precios los marcan las multinacionales porque al Brent hay que sumarle costes de refinamiento, transporte y servicio. Ni siquiera nosotros podemos comprenderlo", admite Sadornil.

Titular de una gasolinera en Sasamón, al pie de la autovía A-231 (Burgos-León), confiesa que tampoco entiende las razones por las que la gasolina está ahora incluso más barata que el gasoil. "No lo puedo comprender, de verdad", insiste. Tampoco es capaz de aventurar cuándo empezarán a bajar claramente los precios, ni hasta dónde, "porque nosotros ahora estamos vendiendo camiones de combustible que hemos comprado con precios altos".

1.100 empleos pendientes. El colectivo de estaciones de servicio en la provincia de Burgos, de las que existen alrededor de 115 en la provincia de Burgos, emplea alrededor de 1.100 personas y por el momento, pese a los últimos sobresaltos en el sector, el empleo se mantiene estable. Lo que sí han empezado a notar es una caída de tráfico en los últimos días, con más claridad desde el puente de Carnavales, y miran con preocupación lo que ocurra en Semana Santa: "La gente quiere moverse y le gusta salir, pero siempre que tenga una disculpa y una oportunidad".