Antolin casi logró el equilibrio en sus resultados del primer semestre del año, con pérdidas de 1,2 millones de euros frente a los 1,5 millones de ganancia en el mismo periodo del pasado año. La compañía burgalesa defiende que incrementa su rentabilidad y sus márgenes "pese a un contexto industrial cada vez más desafiante y volátil". Así, destaca, aumentó un 12% el beneficio operativo bruto (ebitda), hasta 180 millones de euros, lo que atribuye a la mejora de la eficiencia y a un estricto control de los costes que permitieron compensar la reducción de las ventas.
El margen ebitda se situó en un 8,4%, 1,7 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del ejercicio precedente, avanzando así en el objetivo de alcanzar un margen de doble dígito a medio plazo. El beneficio de explotación (ebit) creció un 44%, hasta 61 millones.
El contexto para obtener estos resultados es complejo. La producción mundial de vehículos se redujo un 0,2%, hasta 43,6 millones de unidades, en el primer semestre del año. Esta ralentización, sumada a la finalización de ciertos programas en Norteamérica y al impacto del tipo de cambio, provocaron que las ventas de la multinacional alcanzasen los 2.155 millones de euros entre enero y junio, frente a los 2.401 millones (-10%) del mismo periodo del ejercicio precedente. Ajustado por el tipo de cambio y a efectos comparables por la desinversión de la planta austriaca de Ebergassing el año pasado, los ingresos se redujeron un 5%, según los cálculos de la multinacional.
Refinanciación. Antolin, tal y como se informó recientemente, ha cerrado la emisión de un nuevo bono por valor de 250 millones con vencimiento en 2030, así como el acuerdo con sus bancos para renovar el crédito sindicado. En total, la compañía ha refinanciado más de 750 millones de deuda "dotando de más flexibilidad y fortaleza a su estructura financiera a medio plazo", lo que permitirá avanzar en su plan de transformación, enfocado en generar un crecimiento rentable a largo plazo. La empresa no tiene vencimientos significativos de deuda hasta 2028.
En paralelo, Antolin ha completado la venta de activos por valor de 111 millones de euros, como parte del plan de desinversiones anunciado de 150 millones entre 2024 y 2025. El objetivo es fortalecer el balance y reducir el endeudamiento para respaldar el plan de transformación. Las desinversiones incluyen la propiedad de una planta industrial en Estados Unidos que mantiene en alquiler.
Por regiones. Por regiones, Antolin registró unas ventas de 1.087 millones en Europa y Resto del Mundo, frente a los 1.220 millones del mismo periodo de 2023 (-11%). A efectos comparables por la desinversión de la planta de Ebergassing, las ventas en esa región retrocedieron un 3%, en línea con la bajada de producción del mercado. En Asia, los ingresos alcanzaron los 375 millones, comparado con los 369 millones del primer semestre del ejercicio precedente (+2%); sin el efecto del tipo de cambio, los ingresos crecieron un 6%, por encima de un mercado que mejoró un 1%. Por su parte, en Norteamérica, los ingresos se situaron en 693 millones, frente a los 812 millones de los seis primeros meses del año anterior (-15%).