Hay fechas que hablan por sí solas. En Aranda de Duero, pacientes que acudieron a principios de mayo al médico de Atención Primaria y que han sido derivadas a Ginecología están recibiendo citas en las que se les emplaza para finales de marzo de 2025. Es decir, tendrán que esperar prácticamente un año para acudir a una primera consulta con su ginecólogo. Esta dilación empieza a aflorar en la capital ribereña y, sobre todo, a levantar quejas. Tras el último concurso de traslados, que se ha hecho efectivo este mismo mes, en el Hospital de los Santos Reyes se han quedado solamente dos especialistas, que deben afrontar las consultas y guardias.
Ante una situación tan complicada, todas las miradas recaen en el proceso de consolidación de empleo de personal médico interino que debería resolverse de inmediato. El viernes pasado, la Consejería de Sanidad publicó en el Boletín Oficial de Castilla y León las plazas que se han cubierto en el centro hospitalario de Aranda: un total de 23 en nueve especialidades. Dos en Oncología Médica, tres en Anestesiología y reanimación, otras tres en Radiodiagnóstico, siete en Urgencias, dos en Cirugía General, dos más en Psiquiatría, otras dos en Microbiología y Parasitología, una en Digestivo y la última en Farmacia Hospitalaria. Sin embargo, aún no se ha resuelto la correspondiente a Ginecología. Tampoco las de Medicina Interna, ni Oftalmología, Pediatría o Urología, algunas de las áreas que han quedado más mermadas en el hospital arandino tras el concurso de traslados.
Así que ahora mismo el panorama resulta de lo más incierto. Todo se supedita a la citada resolución, que debería estar al caer y hacerse pública, según apuntan fuentes consultadas por este diario, hoy mismo o la semana que viene a más tardar. Ahora bien, ahí se sabrá cuántas plazas se cubren en Ginecología. Luego, los especialistas tendrán un mes para tomar posesión y después habrá que esperar para confirmar si solicitan una comisión de servicios, aunque la administración ha advertido públicamente que evitará conceder de forma masiva estas peticiones. También puede darse el caso de que estas plazas queden vacantes, lo que supondría el peor de los escenarios. Así, entre unas cosas y otras, fuentes del ámbito sanitario se temen que en determinados departamentos del hospital de Aranda «pueden pasar el verano en cuadro». Porque, obviamente, hay que contar con las vacaciones.
En el caso concreto de Ginecología, reciben el apoyo de dos especialistas que han firmado un contrato de fidelización por tres años (tras haber finalizado su residencia), de manera que tienen su centro de referencia en Burgos, pero se desplazan una vez a la semana a Aranda para pasar consulta y también realizan un par de guardias mensuales. No obstante, fuentes médicas remarcan dos aspectos. Por un lado, que «no suplen el déficit que hay en Ginecología». Y, por otro,«que esto se lleva haciendo un tiempo, no es de ahora».
De hecho, la lista de espera para primeras consultas en ginecología en Aranda es de las más elevadas en toda Castilla y León con 90 días, frente a los 26 de Burgos, los 40 de Miranda de Ebro, los 17 de Segovia, los 19 de Salamanca, los 20 de Palencia o los 23 de León, según los datos de Sacyl a 31 de marzo.
El cansancio hace mella. Mientras tanto, los profesionales que se han quedado en Aranda acusan el cansancio de afrontar el mismo trabajo con menos recursos y advierten de que esta situación no se puede sostener en el tiempo. A la espera de lo que suceda con la citada resolución, ya flota en el ambiente la pregunta de qué pasará con los partos.